¿Y quién habla por mí?

  • Alejandra Fonseca

Esta pregunta se la hizo María Ampudia, un día en noviembre del año pasado, en las oficinas donde trabajaba. Checaba algunos expedientes médicos y uno llamó poderosamente su atención: el muy bien documentado caso de seis menores de edad reportados muertos en la frontera entre Chiapas y Guatemala. Los dejaban morir de hambre y en esas condiciones, los vendieron para explotarlos sexualmente dado que con hambre los bebés succionan más fuerte. Y asì murieron… Parece una leyenda o un mito, pero es real.

María no atendió otra cosa ese día, que no fuera ese caso. Se preguntaba petrificada: ¿Que estamos haciendo? ¿Qué hacen las autoridades al respecto? ¿Dónde están los bebés en los intereses de México? Al llamado de su superior, sólo pudo decir: “Estoy ocupada en este caso…”. Ahí supo que quería dedicar su energía, talento y entrega para atender la defensa de los derechos infantiles de l@s niñ@s de 0 a 6 años, que nadie más atiende de forma organizada y sistematizada en el mundo y que día a día crecen exponencialmente los casos de bebés vendidos, rentados, explotados, abusados, prostituidos, comercializados, extraídos de sus hogares, mercantilizados en sus cuerpos, sus órganos vitales, en su sexualidad y finalmente se les encuentra muertos.

Conocemos de bebés y niños que son expuestos en las calles de las grandes urbes, donde automovilistas se los llevan a cambio de entregar una remuneración económica para el adulto que los carga. Y después de horas… los regresan “dormidos”…

María Ampudia dejó la comodidad y los privilegios de su puesto. Llevaba seis años en el activismo contra la trata de personas. Pero ahí supo que su causa tomaba un camino sin andar en este rubro, alzar la voz por est@s niñ@s en su primera infancia.

“¿Y quién habla por mí?” es la primera fundación en el ámbito mundial que formaliza esta lucha en específico. Hay que decirlo: México es el segundo lugar mundial de turismo sexual infantil en el mundo. El tráfico y explotación de menores para fines sexuales es el segundo negocio ilícito después del narcotráfico. Tiene un valor aproximado de 320 mil millones de dólares anuales. Y más: el 42% de los infantes que nacen en la Republica Mexicana no tiene acta de nacimiento por lo que no sabemos que existen. 

María es la primera persona en el ámbito mundial que forma una Fundación para este fin. Con el objetivo de investigar para tener, por primera vez, cifras, estadísticas de cuantas menores de edad están en situación de calle y en el abandono, cuántas niñas están embarazadas y cuántas han tenido hijos. Este esquema también permite aportar herramientas para su investigación y desde luego para rescatar niños entre los 0 a 6 años que puedan estar en peligro. Todo esto con el fin de crear conciencia en la población para disminuir el delito de trata de personas en México.

La directora de esta Fundación es Areli Rojas, una joven activista mexicana de 23 años, originaria del Estado de México, quien fuera invitada por María Ampudia, ya que Areli ha estado muy involucrada en la Ley General Contra la Trata de Personas en México misma en la que la Fundación logró incluir la primera infancia ya que no la contemplaba.

“Es un hecho que la infancia en los ámbitos políticos no es tomada en cuenta porque los niños no votan, --asevera María y añade--, pero no hay que olvidar que los niños dejan de ser niños, y si no vamos por ellos, quien ya está sobre ellos, es el crimen organizado. En México tenemos olvidada a la infancia.”

Me horna enormemente haber sido invitada por María Ampudia a formar parte de esta Fundación “¿Y quién habla por mi?” y haber sido nombrada oficialmente su representante en el Estado de Puebla.

 

alefonse@hotmail.com

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Alejandra Fonseca
Psicóloga, filósofa y luchadora social, egresada de la UDLAP y BUAP. Colaboradora en varias administraciones en el ayuntamiento de Puebla en causas sociales. Autora del espacio Entre panes