Un reinado que languidece

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La vida palaciega que disfruta el sempiterno líder de la burocracia municipal Israel Pacheco, por cortesía de sus súbditos, está amenazada. Grupos de trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento de Puebla, cansados de tanta explotación, se están organizando para crear un sindicato alterno al actual. Las movilizaciones que se gestan serían bien vistas por las autoridades y no dudarían ni por un momento entregarles el reconocimiento.

El descontento es generalizado. La gota que derramó el vaso fue el suntuoso regalo, -una camioneta de lujo-, con motivo de su cumpleaños, pero ahora, para “tapar el ojo al macho”, el ambicioso dirigente sindical, ya no recibe obsequios en especie, sino los presentes son en dinero través de monedero electrónico. Vaya descaro.

Los abusos de Israel Pacheco, cometidos a lo largo de 14 años de reinado sindical, son muchos. Comentarios de nuestros confidentes revelan que se está investigando que pasó con un terreno de 6 hectáreas,  denominado “Santa Catarina”, que autoridades municipales de trienios pasados, entregaron al sindicato para la construcción de casas para los trabajadores. El predio está ubicado a un costado del periférico.

Es así que luego de los excesos,  Israel Pacheco está perdiendo credibilidad y confianza de los sindicalizados, que se refleja en la poca asistencia a las asambleas delegacionales, las cuales se llevan a cabo de manera soterrada para evitar la presencia de los medios de comunicación.

Por si fuera poco, trascendió que el líder sindical rompió relaciones con Enrique Doger Guerrero e Ignacio Mier, sus principales bastiones, que en momentos difíciles lo apoyaban, pero hay que decirlo también, lo utilizaban para sus fines personales. El motivo: cuestiones de financiamiento del sindicato, -dinero de los trabajadores municipales-, para diferentes acciones. 

Otro aspecto del alejamiento de los sindicalizados con su líder, es que extrañan los regalos que acostumbraba otorgar Israel Pacheco a todos ellos con motivo de sus cumpleaños. También muestran descontento porque desde hace varios meses no hay rendición de cuentas sobre las cuotas sindicales que pagan y tampoco hubo respuesta a su exigencia  para movilizarse en la vía pública en demanda de mejor incremento salarial y más prestaciones.

En el pasado encuentro con la base trabajadora, con motivo del Día del Empleado Municipal, Israel Pacheco trató de infundir confianza, pero todo fue inútil: los burócratas lo rechazaron. La comida que se ofreció tuvo un costo de 350 pesos y fue con carácter de obligatoria. Muchos, bajo la amenaza de que fueran o no tenían que pagar. Prefirieron cubrir la cuota, pero no asistieron.

La estrella de Israel Pacheco, luego de 14 años, parece que se apaga. Su reinado está cerca de terminar. SALUCITA DE LA BUENA.

fomca_49@yahoo.com.ma

 

     

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