Diarios de la Nación: soñar el país que queremos para vivir el país que soñamos

  • Juan Martín López Calva

 

“La esperanza es el sueño del hombre despierto”.

Aristóteles.

 

            Escribo estas líneas cuando acaba de terminar la jornada electoral para elegir presidentes municipales y diputados locales en varias entidades del país incluyendo a Puebla. Recuerdo que en el pasado reciente, se escuchaba decir que el día de la elección era un día de “fiesta cívica” y a lo largo de mi vida como ciudadano he participado en algunas jornadas que en cierta medida respondieron a esta definición y se desarrollaron en un ambiente festivo y entusiasta.

            No es de ninguna manera el caso de la elección que vivimos este domingo 7 de julio. En el ambiente general predominó una sensación de desencanto, desilusión y desesperanza frente a un proceso en el que se hizo evidente el desgaste de los partidos políticos, la ruptura de todos los límites éticos en la contienda -marcada por descalificaciones, guerra sucia, ataques personales y filtraciones mediáticas e incluso eventos de violencia- y la falta de opciones reales para elegir.

            En efecto, la mayoría de los ciudadanos manifestaban la falta de interés en el proceso que se tradujo en un alto porcentaje de abstención y en otro muy alto porcentaje de personas que acudimos a votar solamente por cumplir con un deber cívico pero sin ninguna esperanza de que las cosas realmente puedan cambiar.

            El gran dilema que se esparció por todos los medios no consistió en decidir qué candidato era el mejor sino cuál era el menos malo, no cuál era el más honesto sino cuál “roba menos”, no por qué opción votar sino si acudir a votar o no; si marcar la boleta por algún candidato o anularla como signo de rechazo a todas las opciones.

            De manera que más allá del triunfalismo de los candidatos que se perfilan como ganadores y de los festejos artificiales auto-organizados por ellos y sus equipos de incondicionales, sería altamente necesario que toda la clase política leyera estos signos de desmoralización social y tratara por fin de escuchar el clamor de una ciudadanía que ya no cree en nada ni en nadie.

            En este contexto, resulta altamente gratificante encontrar proyectos que intentan invitarnos nuevamente a soñar con el país que queremos para regenerar la esperanza perdida.

            Es el caso de Diarios de la Nación, que se define como  “…una de las respuestas que #colectivo131 propone a los mexicanos para el proyecto #SentimientosDeLaNación.  Este llamado se centra en crear un nuevo pacto social a través de la inclusión de ideas, sueños, pensamientos, problemas que habiten en la población mexicana e internacional. Busca regenerar el tejido social y exhorta a compartir los sentimientos en una libreta, un Diario colectivo…”

            Se trata de un llamado a la participación de todos los sectores de la sociedad, sin importar ocupación, estrato social, tendencia política o religiosa, género, etnia o edad, para construir una corriente de expresión y sentimientos en común a partir de la pregunta: ¿Qué quieres para ti y el mundo que te rodea?

            Diarios de la Nación es pues una iniciativa que nos invita a revertir la desmoralización generada en un proceso de años en que el sistema político ineficiente, cerrado y endogámico nos ha ido robando la capacidad de soñar. Constituye un llamado a volver a soñarnos y a soñar un México y un mundo más acordes con nuestro deseo de vivir humanamente y con nuestro derecho a ser felices junto con los que nos rodean.

            “El proyecto consiste en liberar 500 diarios en blanco…” gran parte en diversas ciudades del país y algunos más en el extranjero. En estas libretas se incluyen instrucciones para que quien encuentre el diario pueda expresar sus ideas, escanearlas y enviarlas por correo electrónico y hacer circular la libreta con otras personas amigas o desconocidas.

            La idea es hacer una gran base de datos con todas las manifestaciones de lo que la sociedad sueña y desea para sí misma y para el entorno social y poder difundir las entradas más representativas de los diversos sectores participantes.

            Artistas, poetas, periodistas, empresarios, académicos, estudiantes de primaria, secundaria, bachillerato o universidad, amas de casa, campesinos, indígenas, mexicanos de todos los lugares y tendencias están ya siendo invitados y participando con su voz en este gran proyecto.

            Los lectores que estén interesados en participar, pueden buscar información o dejar su entrada directamente en la página web de Diarios de la Nación http://www.diariosdelanacion.mx/  o en su página de Facebook:

https://www.facebook.com/pages/Diarios-de-la-Naci%C3%B3n/404417192987734

            Independientemente del número y el contenido de los diarios que se recuperen y puedan procesarse, Diarios de la Nación es más que un proyecto temporal generado por un grupo creativo, inteligente y comprometido de jóvenes universitarios. Se trata del inicio de un dinamismo que es la base indispensable para evitar que el desencanto siga siendo el signo de nuestra vida ciudadana: el dinamismo que consiste en volver a soñar con el país que queremos, para acercarnos cada día a construir las posibilidades de vivir en el país que soñamos.

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Juan Martín López Calva

Doctor en Educación UAT. Tuvo estancias postdoctorales en Lonergan Institute de Boston College. Miembro de SNI, Consejo de Investigación Educativa, Red de Investigadores en Educación y Valores, y ALFE. Profesor-investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).