Pacientes de Marilyn Cote llegaron a suicidarse por el mal suministro de fármacos que les prescribió y que podrían contener fentanilo, explicó el abogado Francisco Pozos, quien lleva el proceso legal de nueve víctimas de la falsa psiquiatra.

Entrevistado para e-consulta, el abogado explicó que una persona con trastornos psiquiátricos se suicidó por el tratamiento que recibió de Marilyn Cote. Por este hecho, están tratando de buscar a los familiares para que interpongan una denuncia.

“Esos son los casos que estamos buscando, nosotros sabemos de estos suicidios por testimonios de pacientes que estuvieron ahí”, indicó Francisco Pozos.

Aparte de ser indagada por usurpación de profesión, existen líneas de investigación en contra de la falsa psiquiatra por delitos contra la salud e ilícitos contra menores.

De acuerdo con el abogado, la mayoría de los pacientes sufrieron daños a su salud porque les suministraron medicamentos controlados que podrían tener fentanilo o que prescriben veterinarios para caballos.

“Llegamos a creer que empleó medicamentos de uso veterinario, como la quetiapina para mantener sus tratamientos, ya que ella anunciaba o por lo menos manejaba una vacuna. Estamos viendo que contenía porque muy probablemente era quetiapina, que tiene fentanilo”, dijo Francisco Pozos.

Debido a que no contaba con la formación para suministros medicamentos que son recetados para personas que padecen epilepsia, muchos de los pacientes sufrieron accidentes al quedarse dormidos, cuando caminaban, conducían o en sus empleos.

Modus operandi de Marilyn Cote

Para el abogado, la falsa psiquiatra no puede argumentar que padece un problema mental, porque estafaba a sus víctimas conforme a su estrato económico.

“La mayor parte de su modus operandi era ver a la persona, si le podía quitar dinero se lo quitaba. Eran consultas de mil 400 pesos con tratamientos de 14 mil pesos por dosis”, enfatizó el abogado.

Ante esta situación, Francisco Pozos expresó que algunos pacientes sufrieron complicaciones en el consultorio porque Marilyn Cote no cuenta con los conocimientos para suministrar medicamentos controlados.

“La forma de diagnóstico era como se le ocurriera, tuvo ciertos problemas con algunos pacientes porque no estaban de acuerdo con el tratamiento y se iban”, expresó el abogado.

Aparte de asustar a familiares de los pacientes cuando los diagnosticaba con brotes psicóticos y de esquizofrenia, las víctimas explicaron que acudían a terapias grupales porque contaba con una personalidad narcisista, pero las consultas nunca fueron dirigidas por un especialista y entre ellos terminaban platicando.

Autoridades se hicieron de “la vista gorda”

Aparte de que el consultorio de Marilyn Cote se encuentre en el padrón de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Francisco Pozos indicó que existió omisión de las farmacias que surtían las recetas que prescribía la falsa psiquiatra.

De acuerdo con el abogado, el personal de las farmacias surtía las recetas sin verificar que las cédulas coincidieran con el nombre de las personas.

“Para los farmacéuticos existe una certificación (…), nunca vieron o se hicieron de la vista gorda. No los sabemos. Al final intercambiaban la receta a cualquier paciente incluyendo a Marilyn Cote sin ningún problema”, enfatizó Francisco Pozos.

Además, las recetas que emitía Marilyn Cote violaban los siguientes protocolos sobre la prescripción de medicamentos regulados:

• Las cedulas profesionales no concordaban con la persona que emitía la receta
• Eran impresas en una hoja simple de papel
• No contaban con un folio, que son importantes para el manejo y control de los recetarios
• No tenían el nombre completo de la institución educativa que emitió la cédula profesional
• Tampoco se especificaba que contaba con la licenciatura como médica partera como requisito para tener una especialidad
• No contaba con un domicilio particular
• Fecha de prescripción
• Denominación distintiva del medicamento
• Dosificación
• Tipo de presentación
• Una explicación del porqué era recetado el medicamento (MCJ)