El restaurante Sofrito, nacido en la ciudad de Puebla, que actualmente cuenta con seis sucursales y emplea a 55 personas, inició como un puesto de tacos austero, que apenas contaba con cinco mesas.

Eliuth Espinoza, creador de Sofrito, en entrevista para e-consulta compartió que en el año 2003 sus padres iniciaron con la taquería Don Taco, en donde vendían tacos y cemitas de carnitas.

"Era de mis papás, una taquería muy pequeña con cinco mesas. Muy austera, con mesas de Coca-Cola, todo conforme a la escuela de la vida", recordó.

Debido a la buena respuesta que tuvieron, abrieron una cocina económica en 2005 llamada Carolina, a dos locales de donde abrieron su Don Taco.

La sucursal de Sofrito en la colonia La Paz cumple un año y su creador, el chef Eliuth Espinoza, compartió la satisfacción de que su negocio apoye el comercio local y la generación de empleos, así como algunos retos a los que se han enfrentado para consolidarse en esta zona de… pic.twitter.com/Lj2C9XAlRd

— Periódico e-consulta (@e_consulta) November 14, 2024

Ya en 2009 Eliuth Espinoza decidió estudiar gastronomía. Durante cinco años viajó y se preparó en países como España, Francia y Dubái. Regresó al país en 2014.

A su regreso vio el avance de su familia con su cocina económica y, con sus conocimientos, les propuso profesionalizar el negocio. Por ello en 2017 fundaron Sofrito, en colonia Amalucan, al norte de la ciudad.

"Yo tomo esto, junto con las carnitas, junto con menús ejecutivos y platillos mexicanos, totalmente tradicionales y también a base de carnitas", explicó al respecto del menú de Sofrito.

Los siete años de vida de su negocio han sido de aprendizajes y crecimiento, ya que en 2023 abrieron una sucursal en colonia La Paz. Actualmente tienen dos en Centro Escolar Aparicio y llevan las cafeterías de ISU .

Hoy la sucursal de colonia La Paz cumplió un año y el chef Eliuth Espinoza compartió la satisfacción de poder emplear a 55 personas y generar 65 empleos indirectos, siempre apoyando el comercio local.

Aunque también explicó que no es un reto fácil, ya que se enfrentaron a distintas problemáticas como adaptarse a un nuevo mercado y también a sobrellevar la inseguridad que afecta a la ciudad.

“Es un camino difícil, pero la verdad es que está lleno de satisfacciones, hay días que no vas a dormir, hay días que vas a estar preocupado por pagar (…) pero las satisfacciones son muy grandes, el tema personal la satisfacción de ayudar a las familias que trabajan con nosotros, a que tengan una vida mejor”, aseguró.

Por ello invitó a los emprendedores poblanos que cuentan con un comercio pequeño a que no se desanimen, ya que sostuvo es un proceso difícil pero lleno de alegrías cuando se logra. (JRLM)