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En el histórico barrio de Xonaca, Puebla, entre las calles empedradas de la 22 Oriente y 18 Norte, se encuentra la enigmática Fuente de los Muñecos, un lugar rodeado de misterio y tradición. Esta fuente, adornada con dos figuras de cerámica que representan a dos niños, ha sido protagonista de una leyenda que ha pasado de generación en generación.

La historia que envuelve a esta fuente narra la trágica desaparición de dos hermanos, hijos de un caporal al servicio del general Maximino Ávila Camacho, quienes desaparecieron durante una fuerte tormenta camino a la escuela. Aunque nunca se encontraron sus cuerpos, se cree que los niños murieron ahogados en un pozo cercano. En memoria de los hermanos, el general ordenó la construcción de la fuente, que desde entonces es conocida como la Fuente de los Muñecos.

Lo más inquietante de esta leyenda es la creencia de que las figuras de cerámica de los niños cobran vida por las noches, corren y juegan por las calles del barrio, solo para regresar a su pedestal al amanecer. A pesar de que nadie ha sido testigo directo de este fenómeno, los vecinos aseguran que han escuchado risas infantiles en la madrugada.

Hoy en día, la Fuente de los Muñecos se encuentra en aparente estado de deterioro que ha afectado a su estructura. A pesar de su importancia histórica y cultural, el monumento permanece abandonado y necesita una urgente restauración para preservar este emblemático rincón de Puebla. (MV)