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La historia debe revisarse e incluir a mujeres: Gloria Tirado sobre el 68
El movimiento estudiantil de 1968 fue el primer conflicto masivo en el que participaron las mujeres, a pesar de que tuvieron que pasar 50 años para ser reconocidas, afirmó Gloria Tirado Villegas, investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades ‘Alfonso Vélez Pliego’, y autora de más de 40 libros, de los cuales seis hablan del tema, como “El 68 en Puebla y su Universidad” y “La inclusión de las estudiantes en la historiografía del 68”.
Durante el programa Cuchara, Cuchillo y Tenedor, Gloria Tirado lamentó que, en un principio, se documentara más la participación de los hombres en el movimiento de 1968 y su encarcelamiento como presos políticos.
“La historia tiene que revisarse e incluir a las mujeres. No es que sean mejores ni peores, simplemente integrarlas en todo trabajo político y su presencia, que han tenido a lo largo de la historia”, explicó la especialista en estudios de historiografía.
Tirado Villegas, quien también participó como miembro en el Consejo de la Crónica de la Ciudad de Puebla, explicó que tras los sucesos de la matanza en Tlatelolco hubo dos mujeres que fueron encarceladas como presas políticas en Lecumberri.
La Tita y la Nacha fueron las estudiantes que fungieron como líderes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes estuvieron presas en la cárcel de CDMX.
“Roberta Avendaño Martínez, la Tita, era una mujer que tenía un vozarrón. Una mujer muy aguerrida que si los demás no la respetaban los mandaba a… (…) ella era muy conocida por haber participado en el movimiento magisterial del normalista Othón Salazar”, contó.
El actuar de ambas, quienes formaban parte del Consejo Nacional de Huelga (CNH) del movimiento del 68, pasó desapercibido. Sin embargo, fue la escritora Elena Poniatowska, quien se dedicó a entrevistar a varias de sus integrantes activas, dándoles voz.
El movimiento del 68 fue un parteaguas que impulsó a las mujeres a organizarse y participar de manera activa en tareas políticas, afirmó Gloria Villegas.
Además, representó una ruptura generacional con las tradiciones y el autoritarismo familiar, enfatizó la especialista del Instituto Vélez Pliego.
La participación de Puebla en el movimiento de 1968
Hablar de los movimientos estudiantiles de 1968 suele evocar lo ocurrido en la capital del país, como en la UNAM y la Plaza de las Tres Culturas; sin embargo, otras entidades también contaron con sus propias organizaciones, argumentó Gloria Tirado.
En la entidad poblana, Rosa María Áviles, fue la primera consejera universitaria de la Universidad Autónoma de Puebla, quien participó como integrante de la CNH y formó una brigada femenina conocida como 'Las Rosas', relató la entrevistada.
Otros poblanos que tuvieron una activa participación en 1968 fueron Rosa María Barrientos, del colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAP; Miguel Ángel Burgos y Enrique Cabrera Barroso.
Incluso la historiadora expresó que dentro de los presos políticos hubo dos activistas de Puebla que llegaron a la cárcel.
“Puebla tuvo una de las universidades donde mayor apoyo hubo, pero no consiguió líderes que trascendieran a nivel nacional, pero locales sí, como Miguel Ángel Burgos”, sentenció.
Respecto a cómo percibe el actuar de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), mencionó que la rectora María Lilia Cedillo Ramírez es una mujer de admirar por su trayectoria como científica.
Sin embargo, opinó que la pérdida de utopías y la entrada del neoliberalismo ha provocado que las nuevas generaciones universitarias en México hayan abandonado su espíritu crítico para continuar con movimientos como el que sucedió en el 1968.
Gloria Tirado explicó que no participó en el movimiento del 68 en la Ciudad de México debido a que cuando dejó de estudiar danza en la capital se regresó a Puebla para inscribirse a Economía, pero poco tiempo después volvió al centro del país para estudiar Historia. (PSR)