• Ciencia

¿A qué huele el espacio?; vivir en la Estación Espacial Internacional

  • Lizzette Vela
Conoce cómo los astronautas organizan sus días, qué desafíos enfrentan y el peculiar "olor del espacio"
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La vida a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) presenta desafíos y curiosidades. Los astronautas estadounidenses Suni Williams y Butch Wilmore, quienes debían regresar en junio, ahora permanecerán hasta 2025 debido a problemas con su nave, Boeing Starliner.

Los días en la EEI están estrictamente organizados. Los astronautas se despiertan temprano, alrededor de las 6:30 GMT, y utilizan pequeños dormitorios en el módulo Harmony. Estos compartimentos, aunque compactos, cuentan con elementos básicos como computadoras portátiles para mantenerse en contacto con familiares.

Las tareas diarias incluyen mantenimiento y experimentos científicos en una estación comparable en tamaño a un palacio o cancha de fútbol. Los astronautas deben hacer ejercicio dos horas diarias para contrarrestar la pérdida de densidad ósea en gravedad cero. Los equipos incluyen cintas de correr y bicicletas ergométricas.

La EEI también requiere que los astronautas se adapten a un entorno inusual. El "olor espacial", descrito como metálico, proviene de la interacción entre la radiación espacial y los materiales de la estación. Los objetos expuestos al espacio acumulan este olor, que los astronautas aprenden a aceptar.

Las condiciones de vida presentan retos adicionales. Sin lavandería, los astronautas deben deshacerse de la ropa sucia en vehículos que se queman en la atmósfera. La comida, mayormente reconstituida, debe ser manejada con cuidado para evitar accidentes con partículas flotantes.

A pesar de estos desafíos, los astronautas disfrutan de la experiencia. Las caminatas espaciales y las vistas de la Tierra ofrecen momentos de asombro. Como comenta Chris Hadfield, el espacio ofrece una perspectiva única que cambia la vida de quienes lo experimentan. (JH) 

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