Domenikos Ruiz es un poblano que actualmente tiene una colección de más de 3 mil 200 cámaras, su pasión por poseer artículos antiguos que han marcado y evolucionado al mundo, es herencia de sus padres; su familia atesora el Museo de la Bicicleta en San Pablo Xochimehucan, donde se exhiben estas piezas.

De este universo de cámaras que se ha dedicado a rescatar, hay tres que para él no pueden pasar desapercibidas, como la reconstrucción certificada de la cámara oscura, de Joseph Nicéphore Niépce del año 1822; principio básico de la fotografía donde no hay lente, no hay visor, sólo un pequeño orificio para permitir el paso de luces y sombras.

También cuenta con una cámara francesa doble función de 1920, lo primero que se asemejaría a un teléfono celular que permite captar video y fotografía.

Finalmente, está la cámara de la marca Compur de 1915, un modelo elegante que llegó a manos de Domenikos, de una forma muy peculiar, luego que ofertara en redes sociales un Nintendo Wii, que no le gustó.

Una vez que se hizo el trueque, Domenikos platicó con el joven quien le hizo saber que la cámara fue propiedad de su bisabuelo, fotógrafo que retrató la época de la revolución, incluso le entregó dos placas de las cuales logró rescatar imágenes propias de esos tiempos.

Todas las piezas de esta colección funcionan; en algunas temporadas del año, en el Museo de la Bicicleta, se hacen demostraciones y se toman fotografías y videos con ellas, para que la gente pueda apreciar el resultado.

En lo que respecta al mantenimiento de las cámaras, Domenikos es el encargado de hacerlo, comenta que en un inicio fue de manera autodidacta, pero a la fecha se ha especializado en ello.

El Museo de la Bicicleta, es independiente, no está subsidiado por el gobierno, se mantiene del trabajo de la familia Ruiz, su dedicación y, sobre todo, su amor y respeto a la historia. (PSR)