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Poblanos, los iniciadores del Día Nacional del Ahuehuete
En 1921 con motivo de las celebraciones del centenario de la consumación de la Independencia, el ahuehuete fue galardonado como El Árbol Nacional de acuerdo con una encuesta popular realizada por la entonces Escuela Nacional Forestal fundada por Miguel Ángel De Quevedo y Zubieta (1862-1946), “el aposto del árbol”. Sin embargo, muchos suelen confundir tal galardón con el hecho de haber sido decretado, aunque a la fecha no existe un decreto presidencial que lo denomine “El Árbol Nacional de México”.
A inicios de 2015, los integrantes del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Calles, Parques y Jardines (AMCPyJP) asentada en Puebla fueron comisionados para el estudio y propuesta de un día dedicado al ahuehuete como árbol nacional a presentarse en el marco del Congreso Nacional e Internacional de Horticultura Ornamental, Chapingo 2015.
Luego de un exhaustivo análisis, se propuso el 1 de julio: Día Nacional del Ahuehuete; la justificación toral se asoció a la mañana del 1 de julio 1520 cuando un ahuehuete fue mudo testigo del triunfo de Anáhuac, convirtiéndolo en un hito y con el paso del tiempo en emblema del nacionalismo, pero además se plantearon otras justificaciones como la coincidencia con el último día del séptimo mes del calendario solar mexicano dedicado a Tecuilhuitontli (la pequeña fiesta de los señores protectores) que, entre otras esencias femeninas, está dedicada a Chalchiuhtlicue (diosa de los lagos y las corrientes de agua) que representa el agua que fluye sobre la tierra y todas las corrientes y emanaciones subterráneas que toman fuerza durante este mes en el que los niveles de los ríos se incrementan.
El día fue avalado e instituido el 20 de agosto 2015 por diversas instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil.
De 2015 a la fecha, el 1 de julio se ha interpretado como la fecha en que Hernán Cortés lloró su derrota bajo del frondoso ahuehuete de Tacuba cuando la propuesta original era una antítesis del 30 de junio de 1520, quizá siguiendo el nacionalismo exacerbado del siglo XX y el vínculo con un acontecimiento que marcó un hito en la historia y el simbolismo de nuestro país considerando a los mexicas más nuestros y a los españoles unos extranjeros que nos conquistaron, olvidando que ambos dieron lugar a un proceso de mestizaje.
Otras motivaciones para el 1 de julio fueron su coincidencia con El Día del Ingeniero, la prospección de la celebración del cumpleaños de un ascendiente de los integrantes de la asociación, etcétera.
El día propuesto fue avalado por el Comité Ornato Chapingo 2015 y la declaratoria para instituirlo fue presidida por la AMCPyJP con el visto bueno de diversas organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas el 20 de agosto 2015 sin objeciones y sin aportaciones.
La Asociación Mexicana de Calles, Parques y Jardines fue más allá y también propuso un proyecto de decreto presidencial que desde el año de su propuesta se ha venido actualizado y es consultable en su página oficial.
En julio 2016 se realizó el primer Congreso Nacional del Ahuehuete y se celebró por primera vez el 1 de julio: Día Nacional del Ahuehuete en Ciudad Mendoza, Veracruz, lugar donde se encuentra un bosque de galería y donde el colectivo Los Viejos del Agua realizan acciones en torno a los ahuehuetes.
Posteriormente, las asociaciones e instituciones académicas que sólo se adhirieron y firmaron la propuesta y la declaratoria fueron borrando y desestimando a la asociación radicada en Puebla. Ha podido más la zalamería, mezquindad y soberbia de aquellos Viejos del Agua que al final se convirtieron en viejos tramposos (adultocentrismo y edadismo).
Al tiempo se hace necesaria una rejustificación del día para desvincularlo de un acontecimiento funesto y enmarcarlo más en la biocultura. Hace algunos ayeres en Acuexcomac en el municipio de San Pedro Cholula donde perece un ahuehuete añoso, quienes presidían la junta auxiliar manifestaron que no les interesaba este día, sin comprender que no es un día sino toda una serie de acciones a generar y para visibilizar su función de embajador de los árboles nativos sin soslayar sus problemáticas y su importancia en términos hídricos y medioambientales.
Ya no basta un día, en la Asociación Mexicana de Calles, Parques y Jardines se postula: julio, mes del ahuehuete. (AD)