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Poemas que reflejan el lado menos romántico de la maternidad
Dentro de nuestra sociedad, la maternidad ha sido descrita como una experiencia a la que las mujeres deben aspirar; pero el convertirse en madre no es el deseo de muchas otras. En busca de mostrar el lado de la moneda respecto a lo que significa tener un hijo, se han alzado diversas voces en la literatura, dejando ver este lado no tan lindo.
La maternidad ha sido concebida como la responsabilidad de criar, cuidar y formar a un hijo, pero ¿qué hay detrás de esta narrativa?. Otras maneras de ver y vivir esta experiencia han sido plasmadas en obras de poetas como Sylvia Plath, Adrienne Rich e Isabel Navarro. A continuación, te las dejamos:
“Parto II” – Isabel Navarro
Te sajaron el vientre / Te encharcaron el cuerpo / Te crujieron el útero / Te aumentaron la dosis de benzocaína / Te preguntaron apellidos / Y tú balbuceaste sobre lindes y matojos; / Para sentir difuso, (como en los autos de choque) / Cerraste los ojos / Y esperaste el impacto. / Nacer no es una metáfora, / Es un estrépito.
“Paula Becker a Clara Westhoff” – Adrienne Rich
El otoño parece haberse puesto lento, / el verano todavía está por acá, hasta la luz / parece durar más de lo que debería / o quizá la estoy usando hasta el límite. / La luna rueda en el aire. No quería este niño. / Sos la única a la que se lo dije. / Quiero un hijo tal vez, algún día, pero no ahora. / Otto tiene un modo calmo, complaciente / de seguirme con sus ojos, como diciendo / ¡Pronto vas a tener las manos llenas! / Y sí, las voy a tener; este hijo va a ser mío, / no suyo, los errores, si fallo / serán todos míos.
“Tres Mujeres” – Sylvia Plath
Primera voz: ¿Qué hacían mis dedos antes de tenerle? / ¿Qué hacía mi corazón con este amor? / Nunca había visto nada tan leve. / Sus párpados son flores de violeta, / su respiración, suave como una polilla. / No lo dejaré marchar. / No hay perversión ni engaño en él. Debe permanecer así. / Segunda voz: Soy acusada. Sueño masacres. / Soy un jardín de agonías rojas y negras. Las bebo, / odiándome a mí misma, odiándome y temiéndome. Y ahora el mundo / concibe su final y corre hacia él, con los brazos abiertos y llenos de amor.” / Tercera voz: No estaba preparada. Las últimas nubes se precipitaron, / arrastrándome en cuatro direcciones. / No estaba preparada. / No sentía respeto. / Creí que podía negar las consecuencias, / pero ya es tarde para eso. Era demasiado tarde, y el rostro / cobró nitidez, lleno de amor, como si estuviese lista.
Estos tres poemas de tres escritoras abordan desde una perspectiva diferente aquello que comprenden el hecho de ser madre, no obstante, no son las únicas que han hablado de las otras facetas de miedo, angustia, desesperación, etcétera que involucra a la maternidad. (AD)