Una de las procesiones en Puebla que lleva más de 40 años recorriendo las colonias del norte de la ciudad de Atlixco es la coordinada por la familia Alarcón, donde la intención es mostrar la verdadera fe y tradición a pesar de no contar con los reflectores que tiene otras en el municipio.

La propia familia describe el evento como una entrega espiritual de cada uno de las y los participantes, pues año con año participan en promedio 50 personas entre hombres y mujeres que por voluntad deciden aparecer engrillados.

Adriana Alarcón García, hija de uno de los tres fundadores de esta procesión en la colonia Altavista, platicó con e-consulta para compartir la labor que su padre y sus hermanos hicieron en vida y que heredaron a los hijos de cada uno, quienes hoy en conjunto son los encargados de mantener el legado.

“Mi padre y sus hermanos fueron engrillados de San Francisco, pero hace poco más de 40 años decidieron empezar en esta colonia con una procesión aparte. Fue difícil al principio porque la iglesia se rehusaba a este tipo de actos de fe, pero con el paso de los años las cosas han ido cambiando y ahora la gente de las colonias por donde pasamos participa más”, comentó.

Adriana relató que cuando ella era pequeña y su padre se engrillaba le causaba temor: “sobre todo porque en ese entonces el recorrido era dentro del atrio de San Francisco, entonces se concentraba ahí el sonido del arrastrar de cadenas que por muchos años me atemorizó, verlos con el rostro cubierto, pero después cuando mi padre inició aquí y conocimos el significado todo cambio”, aseguró.

Ante la pregunta de si alguna vez ha tenido la intención de engrillarse, respondió positivamente, aunque advirtió que le atemoriza no terminar el recorrido exitosamente debido a que se requiere fortaleza en lo físico y en lo espiritual.

Añadió que ninguna de las mujeres de la familia Alarcón ha sido engrillada hasta la fecha porque creen que participar en la organización es su forma de demostrar la devoción que tienen y continuar con esta tradición sin recibir apoyo alguno, ya que la bebida y alimentos que se les ofrecen a los participantes después del recorrido es solventada totalmente por ellos a través de la cooperación de todos los integrantes de esta familia.

Pioneros de la inclusión: procesión de Altavista permite a mujeres engrilladas

Los fundadores de este recorrido fueron: Javier, Raúl y Jesús Alarcón Pérez. Esta procesión camina más de 10 kilómetros y pasa por colonias del norte de la ciudad tales como: Altavista, Maximino Ávila Camacho, San Alfonso, Lomas de Temaxcalapa, Los Ángeles, Infonavit Benito Juárez y regresan a Altavista.

Además, esta procesión fue la primera en Atlixco en aceptar la participación de mujeres desde hace ya 30 años, por lo que anualmente son entre 10 y 20 las féminas que usan grilletes y espinas en el cuerpo como una forma de agradecimiento, fe y solicitud de bendiciones a Jesucristo.

Algunos de los participantes viajan cada Semana Santa desde Estados Unidos solo para ser engrillados en la Altavista; “Son atlixquenses que viven allá y no fallan en venir”, externó Adriana Alarcón, quien recordó un caso en especial:

“Hace algunos años vino una chica que deseaba ser mamá y no lo había conseguido pese a que ya había intentado de todo, participó tres años seguidos y se dio el milagro, fue bendecida con un embarazo. Como ellas hay otras muchas historias, pues las mujeres no participan por vivir la experiencia con morbo, sino como una transformación espiritual”.

En cuanto a los hombres, compartió que de la misma manera hacen con devoción el sacrificio de encadenarse, espinarse y caminar bajo el sol tantos kilómetros, cada uno de ellos sabe la penitencia o la petición que dentro de su corazón realizan, puesto que en Altavista la preparación espiritual como física es individual y no se cobra nada por participar en este acto de fe.

Cabe señalar que este recorrido cuenta con asistencia médica para auxiliar a quien lo requiera, pues se han presentado casos en donde algún engrillado padece algún malestar y debe ser retirado de la procesión para trasladarlo al domicilio de la familia para reponerse. (EG).