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Laura Cortés: mujer, madre, abuela… y talachera
Laura Cortés Pineda tiene 57 años, es madre de tres, pero también abuela, esposa y, desde hace 35 años, talachera.
“Han llegado clientes al negocio y piden un parchado de llanta, yo los llego a atender y les digo, ‘claro, cómo no’. Me preguntan que si ‘¿apoco usted me va a cambiar el rin?’ Les digo que sí y me responden ‘¡ah, bueno!, es que nunca había visto a una señora parcharme mi llanta’”, recordó con una sonrisa Laura, en entrevista con e-consulta.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, Laura Cortés compartió que desde que tenía 25 años no ha temido “ensuciarse las manos” colocando o parchando llantas, realizando ajuste a vehículos u otros trabajos del oficio, en el que comenzó con su esposo, José Celso. El negocio de ambos cumplirá 51 años el 24 de diciembre.
Se trata de Talachería Pulgarcito, sobre el Carril a Morillotla, en San Bernardino Tlaxcalancingo, muy cerca del bulevar Atlixco en Puebla. El negocio tiene la peculiaridad de ser un emprendimiento familiar.
Laura Cortés compartió que su maestro fue su esposo y reconoció que al principio parecía complicado el cargar llantas pesadas o ejercer presión en algunos cambios, pero poco a poco “agarró maña” para continuar.
El plan era que Laura estuviera en el aspecto administrativo, pero demostró que no tenía ninguna dificultad para las labores propias de la talachería.
Así comenzaron las labores de Laura en la talachería
Todo inició cuando los tres hijos de la pareja crecieron y realizaron su vida. Laura quien se quedaba a cargo de ellos en casa, ya no quiso estar sola en su domicilio y buscó activarse.
Por su parte, su esposo Celso recordó que cuando su esposa le pidió entrar al negocio de la talachería creyó que sería para lo administrativo, estacionar vehículos de clientes o cobrar, pero un día le sorprendió ver cómo se desenvolvía en el oficio y ahora ambos hacen un equipo.
“Sí me gustó, él antes tenía ocho trabajadores. Cuando venía a la casa yo le decía, ‘pues me voy contigo, porque los hijos ya se casaron’. Al final sí me gustó, me encanta mi chamba, me siento muy orgullosa de mí, de mi trabajo y de mis clientes, porque de ellos vivimos”, comentó.
Ahora, Laura y su esposo llevan trabajando juntos 31 años en la talachería en un horario de 8 a 20 horas de lunes a domingo. Además, siempre han procurado hacer bien las cosas porque al final “es la vida de ellos, de sus clientes”.
“Una fortuna tener una esposa emprendedora”
José Celso Aquino, quien lleva en el oficio 55 años, mencionó que agradece tener una esposa emprendedora, pues ahora juntos hacen una excelente mancuerna en el negocio familiar el cual, subsiste por ellos.
“Son tres cosas que hay que agradecer, a Dios que nos deja la vida para ver a la familia, a los hijos y a los nietos porque ya tenemos nietos, y una esposa como ella. A la vida por permitirnos seguir aquí, estamos todavía en condiciones de trabajar y lo hacemos con mucho gusto”, comentó Don José Celso.
Por último, compartió que el secreto de ambos es hacer un trabajo limpio, con material de primera, ello ha hecho que sus clientes les tengan la confianza para llevarles sus vehículos. (MCJ)