• Sociedad

Historias de migración en Puebla: entre la extorsión, persecución y la mutilación

  • Luisa Alquisiras Terrones
Del 2014 a la fecha han muerto 5 mil 207 personas en el país, presumiblemente migrantes; quizá son las pérdidas que ha sufrido en el viaje lo que reafirma aún más su voluntad de continuar
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  • ¿Cuántos puntos me pusieron? ¿Puedes contarlos?

Ese día Alexander acompañaba al equipo de la Cruz Roja en el puesto de atención a personas migrantes, ubicado a unos metros de la estación de trenJesús Nazareno”, nombre de una pequeña localidad poblana que forma parte de la ruta ferroviaria que lleva mercancías y polizontes desde el estado de Veracruz, cruza Puebla por el extremo noreste para dirigirse a Tlaxcala y, más adelante, a la Ciudad de México.

Examinando su cabeza noté que algunas de las suturas se habían abierto dejando hilos sueltos. Entre el tupido y crespo cabello no pude contarlos, pero daba la impresión de que la herida ya estaba cerrada.

  • ¿Dónde me pegué yo? ¿Cerca de aquí?

No muy lejos de ese punto, el 21 de septiembre de 2023 un túnel a baja altura golpeó de lleno su cabeza mientras intentaba desplazarse hacia los últimos vagones del tren, buscando una posición más segura en caso de alguna redada por parte de agentes de migración:

-Mira ve, yo te soy sincero, yo lo que me acuerdo es que venía con una muchacha y le dije: ‘No seas cobarde, vente, vamos, crucémonos’. Nos estábamos recorriendo de vagón en vagón por la migración, que agarra a los que van adelante. Yo lo que me acuerdo es que iba caminando y que la escucho a ella gritar: ‘Alex, Alex’. Nunca me imaginé que era por el túnel. Yo me imagino que ahí fue donde me di el golpe y ahí quedé inconsciente.

Camino a Estados Unidos, “La Bestia” se vuelve la única opción

Otras personas son quienes completan su relato. Por fortuna, Alexander no cayó del tren, lo que probablemente hubiera ocasionado lesiones mayores o la muerte. Quedó tendido unos minutos sobre la superficie de metal hasta que el vehículo paró en el mismo punto donde nos encontrábamos.

Quienes viajaban con él solicitaron el auxilio de algunos trabajadores de los sembradíos que acompañan esa parte de las vías. Una ambulancia lo trasladó en estado crítico al Hospital General del Estado de Puebla. Luego de una sorpresiva recuperación, contraria al pronóstico inicial de médicos y enfermeras, permanecía en recuperación dentro de las instalaciones de la Cruz Roja de Ciudad Serdán.

En este lugar, sede del programa de ayuda humanitaria a personas migrantes desde el 2014, 18 personas han recibido los cuidados y atención necesarios para recuperarse de las lesiones físicas ocasionadas en el contexto de sus desplazamientos empleando “La Bestia” como medio de transporte.

Algunas han retornado a sus países de origen, sin embargo, otras han continuado su camino hacia Estados Unidos a pesar de las amputaciones en sus extremidades, las enfermedades y, en general, el intenso desgaste físico impuesto por el viaje.

Es imposible estimar la cantidad real de personas migrantes lesionadas o que han muerto en sus desplazamientos migratorios en México. Respecto a las cifras oficiales, la Unidad de Política Migratoria contabiliza 13 mil 86 eventos de personas migrantes en condición de irregularidad que recibieron primeros auxilios por motivo de lesiones y heridas durante los últimos 20 años (2002-2022), a los cuales deben de sumarse 415 casos de migrantes mutilados, es decir, que perdieron alguna extremidad por lesiones relacionadas específicamente al uso del tren.

Dichas cifras solo se refieren a las personas atendidas por el grupo BETA del INM, en alguno de los nueve estados donde tienen representación, entre los cuales no figura Puebla. La base de datos Missing Migrants Project nos acerca un poco al escenario más temido recopilando la información, en su mayoría, de noticias en medios de comunicación locales: del 2014 a la fecha han muerto 5 mil 207 personas en el país, presumiblemente migrantes, en nuestro país, 13 de ellas en el Estado de Puebla.

Entre la extorsión, la persecución y la crisis venezolana

Alexander, de 19 años de edad, recobra con lentitud la plena movilidad de la parte derecha de su cuerpo, a la par de su optimismo. Planea reunir los recursos suficientes para cumplir su meta inicial ya que** la perspectiva de retorno a su país, Venezuela, es negativa**. La crisis económica fue la que lo empujó en un inicio a migrar al país vecino de Perú. Solo ahí pudo reunir el dinero que, pensaba, era suficiente para emprender el viaje más largo.

Luego de atravesar una de las rutas migratorias más extremas y peligrosas, como es la selva de Darién ubicada entre Colombia y Panamá; luego de emplear balsas, barcos, taxis, autobuses, o solo sus pies, para seguir avanzando; luego de ser perseguido por agentes de migración y extorsionado por personas locales; agotó su dinero en algún punto de Veracruz y solo entonces decidió subir al tren. En esos 30 días, aproximadamente, bajó tanto de peso que es difícil reconocerlo en las fotografías anteriores.

Quizá son las pérdidas que ha sufrido en el viaje lo que reafirma aún más su voluntad de continuar. La violencia que se ejerce sobre los cuerpos en desplazamiento migratorio produce una transformación tal que es imposible el retorno para sus supervivientes:

  • ¿Regresar? ¿A dónde? No, pues ya llegué hasta acá. ¿Cuándo voy a volver a reunir el dinero? Si ya pasé todo esto… (Fragmentos de entrevista realizada el 15 de septiembre, 2023, Ciudad Serdán, Puebla). (EG).

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