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Agresiones en jóvenes, por falta control en manejo de emociones: experta
Los jóvenes recurren con mayor frecuencia a la violencia física como forma de enfrentar los problemas debido a que no tienen un control en el manejo de sus emociones que probablemente vienen relacionadas con el consumo de alcohol y drogas, opinó Adriana Guadalupe Duarte Romero, coordinadora de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Iberoamericana de Puebla (Ibero).
En entrevista para e-consulta, la especialista declaró que es difícil adivinar exactamente el motivo que los lleva a reaccionar de esa manera ante una situación “insignificante”, ya que hay una combinación de factores que pueden estar en juego con este tipo de expresiones violentas.
Trastornos psicológicos, relaciones familiares, convivencia con gente cercana que pudiera tener conductas de esta índole tienen que ver en la forma en la que manifiestan su forma de ser a lo largo de su vida, de acuerdo a este análisis, dijo la experta.
“Hay algunos factores individuales, por ejemplo, esta cuestión de una exposición a una situación de violentas o el consumo de alcohol o de drogas, incluso alguna cuestión de trastornos individuales, pero puede haber factores familiares”, aseguró Duarte Romero.
Consecuencia del entorno social y global
Habría que revisar cómo han sido los vínculos afectivos en los que se han desarrollado, además, vigilar cuestiones sociales como el acceso a sustancias a edad temprana, la desigualdad, así como cuestiones más globales que pueden también tener repercusiones en las formas en las que las personas actúan.
“No podríamos atribuirle la responsabilidad solamente a una cuestión individual o una cuestión familiar o una cuestión social, sino probablemente sea una mezcla de todas estas cosas”, afirmó.
Derivado de lo anterior, Duarte Romero refirió que es cierto que la violencia en los jóvenes y adolescentes cada vez es más común, específicamente en hombres, ya que las muertes por homicidios, dijo, son las que más se repiten, pese a que la violencia también ha llegado a las mujeres.
Resaltó que, es importante enfocarse en la salud mental, promover campañas de prevención con actividades y que lleguen en edades tempranas de la vida para evitar que ese tipo de situaciones ocurran.
Violencia, ¿cuestión de género?
En este sentido, comentó que este contexto de violencia puede estar relacionado con un tema de género, en el que los hombres tienen que demostrar su masculinidad y no expresar sus emociones, a menos que sea por enojó o a través de agresiones físicas.
Por lo anterior, la violencia pudiera estar siendo normalizada, misma que dijo, está presente en todos lados y con mayor probabilidad de que se repita en el país, pues todo el tiempo hay noticias sobre hechos de este tipo, como la reciente golpiza que ocho jóvenes dieron a Ernesto Calderón y que lo dejó hospitalizado.
La insensibilidad, expuso, se puede traducir a un asunto de protección, en el que los espectadores no intervienen por temor a que pueda ocurrirles algo. De esta manera, prefieren salvaguardar su integridad y volverse ajenos a la escena que están viendo a su alrededor.
Toda vez que esta forma de actuar no cese, en un futuro podrían manifestarse en otros aspectos de la vida de los agresores, ya que se vuelve una opción para que las personas puedan salir de esta situación, es decir, se les facilita recurrir a acciones violentas y puede escalar en otro tipo de relaciones.
“Ya en el momento en el que uno decide dañar a un tercero está tomando una decisión que baja va a facilitar también otras parecidas”.
Justicia social
No obstante, dijo que es labor de las autoridades tomar cartas en el asunto cuando se llegan a dar este tipo de hechos en la sociedad, de lo contrario, serán los mismos afectados quienes pretendan obtener justicia por propia mano ante un acto de indignación.
Alegó que esto es lo que está pasando con los datos personales de los agresores de este joven en la zona de Angelópolis, como una forma de atender la denuncias desde la misma población, luego de perder la confianza en las instituciones.
Por ello, manifestó que debe existir una cultura de prevención y poner atención en las actitudes violentas que tienen los adolescentes y niños, para así generar programas o evaluarlos de manera muy cercana, ver la forma en la que están aplicando y cómo se están comunicando. (JT)