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Reseña | Libros: El acontecimiento de Annie Ernaux

  • Emilia Rojas
Un relato íntimo de la escritora francesa que narra la situación que muchas mujeres enfrentan ante la disyuntiva de ser madres o no
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"Si tuviera que representar en un cuadro aquel acontecimiento de mi vida, pintaría una mesita de formica pegada a la pared y, encima de ella una palangana esmaltada en la que flota una sonda roja”.

Bienvenidos a este espacio de colaboración con el periódico e-consulta. Esta semana escribo sobre la novela El acontecimiento de la Premio Nobel francesa Annie Ernaux. La autora nació en la alta Normandía en 1940 y fue la primera de su familia en cursar estudios universitarios. Su padre fue obrero y después atendió un bar, mientras que su madre despachaba en una tienda de ultramarinos.

Su obra autobiográfica describe la realidad social, denunciando las “condiciones de clase” de la época: las costumbres y leyes conservadoras escritas por los hombres. Entre sus libros destacan Los armarios vacíosLa vergüenzaLos añosEl acontecimientoPura pasiónLa mujer helada y No he salido de mi noche.

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El acontecimiento fue escrito a finales de los noventa, después de la visita de la autora a un hospital para recibir sus resultados de sida. Estando en la sala de espera, -recuerda los hechos acontecidos en el otoño de 1963-, cuando pasaban los días y ¡nada!, ¿falló el método Ogino o la pasión provocó que lo olvidara? Días de angustia y desesperación. ¡Ella está sola!, no puede compartir con nadie lo que le pasa a su cuerpo; una mujer sentenciada a vivir en la clandestinidad, porque la ley condenaba interrumpir la concepción.

Su diario íntimo, la vieja agenda y las imágenes del pasado son la única evidencia de aquellas semanas, en donde la violencia de los hombres la persiguen. El Dr. N no le ayuda, le prescribe medicamentos para fortalecer el embrión. P, el estudiante de Ciencias Políticas que olvida toda responsabilidad. Jean T., quien la considera una “mujer segura porque el daño ya estaba hecho: Ya no podía embarazarla. El residente que la confunde con una obrera y le grita “yo no soy fontanero”. También, están las mujeres que directa o indirectamente la acompañaron, O, la estudiante universitaria que sin ser su amiga vive con ella el día a día; L.B. la que le da la dirección de la mujer conocida como “abortera”. No existen nombres, sólo iniciales porque finalmente son personas que existieron en algún momento de su vida.

La chica que a los veintitrés años se consideraba delincuente porque “era imposible determinar si el aborto estaba prohibido porque estaba mal o si estaba mal porque estaba prohibido” Sin embargo, nunca dudó, no existieron sentimientos hacia “eso”, con referencia a la “cosa esa”. Tenía que ser práctica porque no estaba dispuesta a vivir nuevamente la “vergüenza de clase”, había estudiado mucho para salir de la casa familiar; había escalado socialmente y ese “acontecimiento” no podía echar sus proyectos por la borda.

¿Por qué leer El Acontecimiento?

El acontecimiento es una obra que explica la realidad de la posguerra en Francia, que denuncia y cuestiona la situación de “dominantes-dominados”, del conservadurismo católico en donde se regían por las leyes del Código Penal Francés de 1810. Desde el presente aborda el pasado sin emociones, sin juicios porque ya no puede ser juzgada por el “delito cometido”. Es la voz que guardó silencio mucho tiempo porque sabía que estaría expuesta al escarnio público, así como estuvo su cuerpo un domingo de enero, en aquel lugar, en donde sólo iban las mujeres que cometían algún delito.

Annie Ernaux nos entrega una literatura personal y feminista, que expresa el sentir de muchas mujeres que han callado su vergüenza, que aún viven en la clandestinidad por miedo a ser señaladas. Porque el tema del aborto fue tabú por mucho tiempo aún hoy, en algunos países causa polémica en diversos sectores de la sociedad. Una realidad no resuelta que pone en peligro a muchas mujeres que, por desconocimiento, por falta de recursos o por miedo recurren a métodos que no son seguros.

La autora francesa reclama su derecho a escribir, porque “no hay verdades inferiores”, es la realidad y sentir de muchas mujeres que crecimos en la segunda mitad del siglo XX, esas mujeres que hoy somos madres y abuelas, que alguna vez soñamos con gritar verdades que nos carcomían el alma, cargando con culpas por la moral establecida. Porque como escribió Ernaux: “He acabado de poner en palabras lo que se me revela como una experiencia humana total de la vida y de la muerte, del tiempo, de la moral y de lo prohibido”.

Esta es la quinta entrega de una serie de recomendaciones quincenales. En dos semanas escribiré sobre la novela Lunas de Estambul de la mexicana Sophie Goldberg.

Los invito a que me escriban a mi Instagram: emilia rojas.escritora

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