El pasado 5 de mayo el gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, aseguró que el permiso para la construcción de la nueva sede del Congreso local “ha tenido ya la validación, logrando las modificaciones que solicitó el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia)”; sin embargo, según el INAH, el permiso para la obra aún no ha sido entregado al Gobierno de Puebla.

En respuesta a una solicitud de información que presentó este reportero (folio 330018323000428), dicho Instituto aseguró que “la autorización aún se encuentra en trámite, encontrándose en proceso deliberativo”.

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En entrevista, el director del Centro INAH de Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, explicó que el Instituto recibió a finales de abril o principios de mayo la última versión del proyecto, luego de que se atendieron los requerimientos planteados por los especialistas del INAH y que ahora están en el proceso de generar el permiso formal.

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“Yo creo que será cuestión de unos días para que ya podamos hacer entrega al gobierno del estado de este documento ya por escrito, pero podemos decir que la revisión técnica ya concluyó; tenemos un proyecto que se integra con el paisaje cultural y natural y creemos que ya es factible de que se emita este documento”, explicó.

De acuerdo con el director del Centro INAH de Puebla, el gobierno del estado les notificó en agosto del año pasado su intención de construir una nueva sede para el Poder Legislativo en los terrenos que fueron vendidos por la empresa Inmobiliaria 2015, cuya socia principal es Michelle Chidiac Acar, y que se ubican en la zona de monumentos de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, aunque formalmente el proyecto se presentó hasta diciembre pasado.

A partir de ese momento, el INAH estableció mesas de trabajo que incluyeron especialistas del organismo federal y un equipo técnico por parte del gobierno del estado.

“Nosotros iniciamos esta serie de mesas de trabajo y fuimos marcando una serie de criterios que se deberían de respetar. Muchos son obviamente de carácter técnico, constructivo, estructural, en cuanto a temas de alturas, volumetrías, colores, materiales, creo que esos son quizás los elementos más significativos”, dijo el funcionario federal.

Entre las peticiones o modificaciones al proyecto, el INAH estableció un límite de altura que no rompiera con la lógica del paisaje, “buscamos un criterio de integración con el contexto” urbano, pero también con el paisaje natural.

En ese sentido, explica Villarruel Vázquez, se pidió que hubiera un porcentaje importante de masa arbórea, un porcentaje de áreas verdes e incluso llegamos a un acuerdo para que gran parte de los techos de este edificio fueran con este criterio ecológico que hoy en día se utiliza mucho, que es un techo verde”.

Por último, en la entrevista con este medio de comunicación, el funcionario federal dijo que le solicitaron al gobierno del estado que una vez que se termine el proyecto y se haga la mudanza, se lleve a cambio una restauración integral al palacio morisco que actualmente ocupa el Poder Legislativo.

“Hace un año, año y medio si mal no recuerdo, el Congreso realizó con supervisión y autorización nuestra la restauración del vitral de la sala de Plenos, un vitral maravilloso; ese fue restaurado y quedó en condiciones muy buenas, pero sí sabemos que hay otras áreas que todavía faltan por intervenir y que, bueno, quizás ahora con esta nueva sede en donde evidentemente el edificio antiguo tendrá menos densidad de uso, quizás sea un buen momento ya para hacer también un rescate integral de sus elementos históricos”, concluyó el director del Centro INAH de Puebla.