La criminalidad de México no ha eximido a Puebla de contar con sus propias figuras delincuenciales que en diferentes momentos han conseguido notoriedad gracias a sus crímenes y a su capacidad para vulnerar la seguridad en la ciudad y el estado.

Con el fin de tratar de detectar a los delincuentes más peligrosos de Puebla hicimos uso de la inteligencia artificial. Para ello nos apoyamos en la herramienta ChatGPT, la cual recopila la información existente en la web sobre búsquedas específicas.

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Aunque este modelo de lenguaje artificial reconoce que no tiene acceso a datos en tiempo real y que la información sobre la delincuencia y los delincuentes está sujeta a cambios y diferentes interpretaciones, arrojó a por lo menos a cuatro de las figuras más relevantes en este sentido.

Dicho lo anterior, aquí te presentamos a los delincuentes más infames de Puebla según ChatGPT.

Antonio López de la Rosa, el terror de la década sesentera

De acuerdo con ChatGPT, Antonio López de la Rosa fue uno de los principales delincuentes que operó en Puebla durante la década de 1960 (1960 a 1970, aproximadamente), periodo en el que la ciudad se encontraba en pleno desarrollo en distintos aspectos.

Durante esa década la ciudad experimentó un crecimiento significativo en puntos que van desde el crecimiento urbano con el acelerado aumento de la población, el auge de la riqueza colonial y la industrialización, hasta la educación y la cultura, pues las instituciones educativas y culturales de la ciudad –como la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, por ejemplo– continuaban como centros de referencia en el país.

La seguridad, por su parte, se caracterizaba por mantenerse generalmente estable y tranquila en comparación con otras épocas posteriores. Puebla era considerada una ciudad relativamente segura comparada con otras ciudades de México, además de que la violencia y el crimen organizado no tenían la misma presencia que se ha observado en décadas más recientes. “La tasa de criminalidad en general era menor y la ciudad mantenía un ambiente pacífico en comparación con algunas zonas urbanas más grandes y problemáticas del país”, refirió ChatGPT.

Aunque no existe suficiente información de la Rosa, se sabe que también fue conocido como el “Tío Toño”, además de que logró convertirse en líder del crimen organizado en la ciudad durante el lapso referido. Su relevancia se debe a que se le atribuyeron actividades como el narcotráfico, secuestros y extorsiones, ilícitos que indicaban un alto grado de peligrosidad en una época de aparente quietud para la entidad.

Los hermanos Serdán

Por inverosímil que parezca, los hermanos Serdán también se encuentran incluidos en la lista de delincuentes infames elaborada por ChatGPT, pero a continuación te explicamos el porqué.

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En el contexto de la Revolución Mexicana, los hermanos Aquiles, Carmen, Máximo y Natalia Serdán fueron considerados como delincuentes y conspiradores por el gobierno en ese momento. Participaron activamente en el movimiento revolucionario y organizaron la resistencia contra el gobierno de Porfirio Díaz en Puebla.

Si bien no alcanzaron la consideración de delincuentes en el sentido tradicional del término, sí se les trató como rebeldes debido a su participación activa en movimientos opositores y sus intentos de levantamiento armado en contra del régimen dictatorial que gobernaba México en ese momento.

El régimen porfirista caracterizó a México por mantener una situación política falta de democracia, pues la concentración del poder estaba en manos de Díaz y su grupo de colaboradores cercanos, por lo que no es de extrañarse la represión hacia aquellos que se oponían a su gobierno.

Los Serdán eran simpatizantes del movimiento maderista que buscaba la democratización del país y el fin del régimen dictatorial de Díaz. Para noviembre de 1910 formaron parte de un intento de levantamiento armado en contra del gobierno de Díaz en la ciudad de Puebla, aunque fueron descubiertos antes de que pudieran llevar a cabo su plan y se enfrentaron a un ataque por parte de las fuerzas leales al gobierno.

Aquiles Serdán murió durante el enfrentamiento, mientras que Carmen y Máximo resultaron heridos y capturados, considerándoles conspiradores y rebeldes, además de ser juzgados y sentenciados por su participación en el intento de insurrección.

Sin embargo, su lucha y sacrificio fueron reconocidos y celebrados posteriormente como símbolos de la resistencia contra la dictadura y su contribución a la lucha por la justicia y la libertad de México, por lo que hoy día se les conmemora como figuras prominentes en la historia de México durante la Revolución Mexicana al desempeñar un papel importante en el movimiento revolucionario en Puebla.

El Bukanas

Roberto de los Santos de Jesús, también conocido como "El Bukanas", es un delincuente mexicano involucrado en actividades ilegales en el estado de Puebla, específicamente en los municipios de Esperanza y Palmar de Bravo. Su apodo "Bukanas" se deriva de su supuesta afición por la bebida alcohólica conocida como "bucanero".

A  Roberto  se le atribuye haber liderado una banda delictiva dedicada al robo de trenes de carga y mercancías. Esta banda se dedicaba al saqueo de vagones y al robo de productos como alimentos, electrónicos y otros bienes de valor, actividades que causaron pérdidas económicas significativas.

Roberto de los Santos de Jesús ganó notoriedad debido a la audacia y violencia de sus acciones delictivas. Su banda llevaba a cabo robos organizados en las vías férreas, enfrentándose a las fuerzas de seguridad y a los propios empleados de las compañías ferroviarias.

Sin embargo, incursionó también en el robo de combustible durante su paso por las filas de la policía en el estado de Veracruz, siendo director de la policía municipal de Acultzingo. No obstante, su centro de operaciones se ubicó en el municipio de Palmar de Bravo.

La actividad delictiva de Roberto de los Santos, así como sus vínculos con “Los Zetas”, fueron descubiertos en 2014. El portal nacional Proceso detalló que un grupo de militares realizó un operativo en un rancho ubicado en la Sierra de Agua, en Acultzingo, el cual utilizaban para entrenar a sicarios.

El Bukanas, uno de los más buscados desde 2017, logró escapar del operativo, aunque los militares capturaron a varios “aprendices” de entre 17 y 25 años, a quienes se enseñaba a “tablear” víctimas, torturarlos en fosas de aguas residuales, así como utilizar armas.

Óscar García “El Loco” Téllez

Oscar García Téllez, apodado también como “El Loco”, logró formar a una de las bandas de criminales más violentas dentro del robo a combustible en Puebla, dejando huellas de violencia en el municipio de San Martín Texmelucan. Al “Loco” se le atribuyen por lo menos nueve homicidios, aunque solo se le condenó por uno, así como por el intento de homicidio a policías estatales.

Los informes de inteligencia del gobierno federal emitidos desde 2018 destacan que su alias se debe a la manera sanguinaria en la que actuaba contra sus enemigos, aunque cargaba con especial energía contra los miembros de su propio grupo que llegaran a traicionarlo.

El caso del “Loco Téllez” llama la atención por la protección que gozaba por parte de pobladores Texmelucan, quienes retenían a policías federales y al propio Ejército para no realizar operativos en la zona. Una de estas escenas tuvo lugar en abril de 2018 cuando elementos del Ejército fueron retenidos por pobladores, quienes se vieron obligados a pedir apoyo para salir ilesos del municipio.

Las autoridades estatales dieron a conocer que el afecto de los habitantes se debía a que el líder criminal los “compraba” con prebendas, además de repartir juguetes en temporada de Reyes y despensas en distintas épocas del año. Dichas acciones le permitían hacer más grande su red de halcones en el municipio, que eran los encargados de notificar sobre la presencia de las autoridades para poder escapar.

La detención de Téllez tuvo lugar en junio del pasado 2020 en medio de un operativo conjunto entre autoridades de Puebla y Tlaxcala, en Apizaco. Su aprehensión fue por el delito de homicidio, aunque también se le investigó por el asesinato de un menor de 17 años que cometía ilícitos en su nombre a pesar de que no pertenecía a la célula delictiva.

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La sentencia para “El Loco” fue de 60 años, 4 meses y 15 días en la cárcel, luego de que se le dictara una nueva sentencia de 32 años por el homicidio del menor de edad, a quien ejecutó en calles de San Martín Texmelucan por hacerse pasar como integrante de su banda; ese mismo día ejecutó también a uno de sus cómplices por permitir que una tercera persona presenciara el crimen del adolescente.