Este martes la Universidad Iberoamericana de Puebla presentó el análisis técnico sobre el caso del pequeño Alexis Sánchez Cabanzo, quien tenía apenas tres años de edad cuando desapareció del municipio de Zoquitlán, y a pesar de la denuncia, los familiares no han tenido acceso a un proceso de investigación digno que pueda garantizar verdad y justicia.

El análisis técnico fue elaborado por la Ibero Puebla, a través del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, del Observatorio de Desaparición de Personas y de la Clínica Jurídica Minerva Calderón, desde donde se acusa que desde el momento de la en que se dejó de ver al pequeño, los familiares no han tenido acceso a un proceso de investigación digno que pueda garantizar verdad y justicia.

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En él se describe el panorama actual de las desapariciones en el estado de Puebla y en el que se acusa una omisión por parte de las instituciones para investigar y buscar al menor de edad, incorporando enfoques y estándares nacionales e internacionales.

De acuerdo con los hechos narrados en el informe, Alexis Sánchez Cabanzo fue visto por última vez el 2 de diciembre de 2021 en la escuela primaria Agustín Melgar.

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Según explican los padres, en diciembre de 2021 Alexis Sánchez Cabanzo jugaba con su hermano en un evento escolar de la comunidad en la que radica la familia, por un segundo lo perdieron de vista para atender a su hermana menor (de nueve meses de edad en ese entonces), y al regresar a verlo ya no estaba.

Durante la presentación del análisis en la Ibero Puebla, este día, Refugia Cabanzo Montalvo expresó que la Fiscalía General del Estado hasta el momento no ha informado de avances o investigaciones en torno a la búsqueda de su pequeño Alexis.

“Quién sabe qué piensa la gente, pero nosotros no vamos a descansar hasta encontrarlo, porque es la obligación de la fiscalía buscar al niño y tienen que hacer su trabajo. Nosotros no vamos a parar la búsqueda, porque para mí es imposible no encontrar a mi hijo”.

Familiares de Alexis y organizaciones que acompañan su búsqueda han denunciado en el espacio de expresión propiciado por la Ibero Puebla que hay irregularidades y omisiones por parte de las autoridades.

Alexia Martínez Montalban, responsable del Observatorio de Desaparición de Personas del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, argumentó que la vulnerabilidad del pequeño toma una magnitud mayor, ya que habla náhuatl.

La familia, señala Daniela Jiménez Cortés, responsable de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la Clínica Jurídica Minerva Calderón, ha sido revictimizada en diversos momentos ya que los padres del menor han recibido una culpabilidad injustificada, además de la aplicación de entrevistas ambiguas a sus hermanos, también menores de edad.

Además, no hay enfoques diferenciados para la búsqueda e investigación del caso, pues no se atienden sus necesidades y particularidades.

Lo anterior ya que la emisión de la Alerta Amber se difundió de manera tardía al publicarse 54 días después de la desaparición y de que el boletín de búsqueda no fue emitido inmediatamente en náhuatl de la sierra Negra Norte.

Por su parte, Roberto Rosete Guzmán, del departamento de Orientación Jurídica y Psicosocial del IDHIE, apuntó una presunta responsabilidad por omisión en el caso y una omisión general por parte de las autoridades estatales al no actuar con prontitud y vulnerar a una familia que solo quiere reencontrarse con su hijo.

El llamado general desde las organizaciones y familiares de Alexis, es a la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas y a la Comisión de Búsqueda de Personas, para que se formulen nuevos planes de búsqueda “que sean realistas, y que garanticen el acceso de las víctimas directas e indirectas a la verdad, justicia e integridad en la búsqueda de Alexis Sánchez Cabanzo”.