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Mezcal poblano gana medalla de oro en concurso Nacional de Marcas
“Para todo mal, mezcal y para todo bien también” y más si es poblano pues su sabor y calidad no le piden nada a ninguna otra bebida nacional o internacional a tal grado que ha sido reconocido con medalla de oro en el reciente concurso Nacional de Marcas.
Sin duda alguna la Denominación de Origen ha sido uno de los impulsores del mezcal poblano que ahora brilla en diferentes escenarios.
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Jesús Tobón Mejía, maestro mezcalero originario de San Pablo Ameyaltepec, del municipio de Tepexi de Rodríguez, ha sido quien a puesto el nombre de Puebla en alto al ser galardonado con la medalla de oro en el décimo primer concurso Nacional de Marcas Mezcal y Destilados Mexicanos 2022, por la exquisitez y calidad del mezcal que lleva por nombre “Kundāchíga” que en idioma N´giva significa “Gallo”.
Esta marca poblana participó y ganó de entre un universo de más de 700 muestras, entre mezcales, bacanoras, raicillas, tuxcas, comitecos, sotoles, pulque, tequilas y destilados de agave de distintas partes del país; la primera etapa consistió en superar los análisis químicos y evaluaciones organolépticas, quedando para la gran final solo 126 muestras.
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El concurso tuvo 34 jueces que evaluaron cada una de las muestras de los participantes que fueron convocados a través de una invitación abierta y cuyo producto fue analizado con dos rigurosos exámenes.
Incluso una de las pruebas al mezcal poblano consistió en botellas que ya circulaban en el mercado para analizar si la calidad era igual a la que el productor había enviado con anterioridad al concurso.
El maestro Jesús Tobón perfeccionó el mezcal papalometl de la marca “Kundāchíga”, con la que recibió el reconocimiento a nivel nacional.
¿De dónde es el mejor mezcal de Puebla?
La magia de este mezcal poblano surge en un pequeño palenque ubicado en la población de San Pablo Ameyaltepec, en Tepexi de Rodríguez, lugar en donde se cocina todo el arte de la destilación de un producto ancestral.
¿Cómo se siembran los agaves del mezcal poblano?
Este mezcal impulsado por Madeny Romero Romero y Diana Gómez Anzures, quienes se encargan de preservar los campos con los mejores agaves para su destilación, incluso, preocupadas por el cambio climático, cada cierto tiempo realizan una reforestación, pues por cada agave cortado siembran tres más y solo se hace una jima al año de esta especie, pero silvestre.
Kundāchíga ha sido impulsado por Madeny y Diana quienes buscan la mejor calidad en el crecimiento y cuidado del agave, elaboración y en búsqueda de los mejores maestros mezcaleros que puedan en conjunto llevar a cabo los más altos procesos de calidad en la destilación artesanal. Que poco a poco han observado se ha ido desvirtuando con la sobredemanda de la bebida en los últimos años.
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Durante el proceso de la reforestación se utiliza la menor cantidad de químicos ante la presencia de plagas.
Actualmente cuentan con 13 mil plantas de papalometl y 2 mil de pichomel, estas especies tardan de 8 a 10 años en estar listas para ser destiladas, es decir, en cada sorbo se beben años de vida de una especie ancestral.
También se encargan de la recolección de las semillas, un proceso que ocurre una vez que el agave "enquiota", por cierto, que después se sembrarlas, sólo germina la mitad de cada kilo colocado en la tierra.
Para la recolección de los agaves y su destilación, los maestros mezcaleros acuden a las zonas lejanas y se quedan en ese punto hasta cuatro días buscando los ejemplares ideales para la jima, lo cual lo hacen de manera empírica.
Para la destilación del mezcal “Kundāchíga” son necesarias de 300 a 400 piñas al año, pues el lote que producen es pequeño y todo ese trabajo es elaborado por don Jesús, quien lleva toda una vida consintiendo el paladar de los amantes de lo bueno, del mezcal.
El proceso de la jima hasta su destilación es de un mes, tiempo ideal para obtener una bebida de altura, un mezcal poblano que cura el alma y sana cualquier pena.