Más de 260 organizaciones, colectivos y defensores responsabilizaron al Estado mexicano del incremento de los ataques contra Juan Carlos Flores Solís, integrante y abogado del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA) Morelos, Puebla y Tlaxcala; el más reciente fue un atentado que pretendían hacer pasar por un accidente automovilístico, además de presentar una larga lista de allanamientos, espionaje y hackeos a sus cuentas personales.

Un posicionamiento firmado por organizaciones de todo el país, académicos y activistas acusaron que el pasado 17 de octubre, Flores Solís fue víctima de un atentado contra su vida luego de que fueran aflojadas las tuercas que aseguraban la llanta delantera de su automóvil.

Recomendamos: Hackeo Sedena: Ejército vigila a estas organizaciones en Puebla 

El documento denuncia que éste no es un hecho aislado, se describen actos de vigilancia, hostigamiento y espionaje; además de tres allanamientos a su vivienda como el sucedido el pasado 4 de octubre en su casa en Juan C. Bonilla, Puebla con el encubrimiento, sustracción de información privada y destrucción de pruebas por parte del Mecanismo Federal de Protección para Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos.

Previo a los atentados, el abogado del FPDTA fue víctima de espionaje digital el pasado 5 de agosto, cuando su correo electrónico fue hackeado, en cuyo almacenamiento se encuentran documentos legales de más de 50 juicios de amparo que lleva en coordinación con otras organizaciones como el Congreso Nacional Indígena.

Sugerimos: FGR abre 2 carpetas de investigación por sistema Pegasus 

“Los actos de intimidación, espionaje y atentados contra nuestro compañero Juan Carlos se suman a los procesos de judicialización injustos que se mantienen contra los compañeros Miguel López Vega y Alejandro Torres Chocolatl en Santa María Zacatepec, por la defensa del Río Metlapanapa y su territorio”, asientan las organizaciones en el comunicado.

Los ataques contra el defensor fueron atribuidas al empeño por acabar con la organización del FPDTA, uno de los principales opositores al Proyecto Integral Morelos.