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Fonseca se la jugó sin cuentos en Tlaxcala
Para el tercero y último festejo de la feria Tlaxcala 2022 la empresa Casa Toreros, que dirige Pablo Moreno, decidió echar novillos en lugar de toros a pesar que se anunció una corrida de toros. El ganadero de Reyes Huerta, Pepe Huerta, no tuvo empacho en venderlos; total, el prestigio del hierro se perdió hace muchos años.
Así que en Tlaxcala, la tierra del toro como pregona la publicidad, se lidiaron cuatro animales impresentables, el quinto más llenito y el sexto “daba el gatazo”. Para darle forma a la farsa, anunciaron que pesaban: 496, 470, 451 (el mínimo es 450), 467, 490 y 500, los kilos no significan trapío, pero al público lo confunden. La afición despertó hasta el cuarto de la tarde, protestó ruidosamente el animalito, gritos de “¡fuera, fuera!”, mentadas al ganadero, al empresario, al juez. Al matador no le permitieron lidiarlo. Los tres primeros debieron protestarse con la misma intensidad.
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Tal vez en recuerdo de la buena etapa de novilleros de Sergio Flores, Isaac Fonseca y Arturo Gilio, la empresa Casa Toreros quiso evocarlo o únicamente tenía intenciones de meterle la espada al público. Lo que haya sido, la Ranchero Aguilar se llenó, la gente salió iracunda, frustrada, “echando madres”.
El Juez de plaza Arturo Ramos aceptó el ganado carente de trapío, permitió que se anunciaran kilos de más de los toros. Le regaló la oreja del sexto de la tarde a Arturo Gilio y en forma inconcebible le negó una a Isaac Fonseca que el público pedía. Isaac se había jugado la vida con autenticidad.
Nada realizó Isaac con el capote al segundo de la tarde. “Velero” fue al caballo con emotividad, embistiendo abajo del estribo, empuja, peleó, fue breve el castigo. Un buen puyazo de Juan Carlos Paz que fue ovacionado.
“Lupillo” bien con el primer par de garapullos, el segundo es del sobresaliente Gustavo Escobedo, en seguida el toro se le arranca a “Lupillo” que tenía el tercer par en las manos, en lugar de pasar en falso decide echar pa´lante y aguanta la embestida, lástima que cayeron los palos. El novillo tiene guasa, sabe lo que deja atrás, intocable por el lado izquierdo. El moreliano decide jugársela. por la derecha el toro va, por el otro lado empiezan los sustos, en cuanto termina el pase, el burel le busca las pantorrillas. Fonseca es achuchado, no le importa, se pone ahí, sin mentiras, se la juega, logra algunos pases. El cárdeno lo echa pa´rriba, todo mundo cree que trae la cornada. Lo pincha Isaac, luego estocada. El juez no suelta la peluda, pero el público lo obliga a dar la vuelta al ruedo, al torero, no al juez.
Su segundo repitió con prontitud en los lances de recibo. El torito pelea en varas, pica Carlos Domínguez, se atora la puya con todo y garrocha en “Amoroso”, la escena no es agradable. Quite por tafalleras. Como pueden los subalternos con los palos, hay desorden en la brega, muchos capotazos; eso, más lo que traía el animal, lo convierten en un dechado de peligro.
La faena de muleta la inicia el michoacano de rocillas; después, “Amoroso” toma algunos muletazos, no tiene nada de amoroso, Fonseca “traga de verdad”, lo echa pa’arriba, manoletinas ajustadas, otra vez a volar, podría traer un cate, termina con muletazos de pitón a pitón. Dos pinchazos y ni siquiera lo sacan al tercio, discretamente se va a la ambulancia a que lo valoren. No hubo cornada, “sólo” golpes y varetazos.
Sergio Flores se enfrentó al abreplaza que fue tardo y poca fuerza, lo torea por chicuelinas en los medios. Paco Salinas da un puyacititito. Bien está Fernando López con los palos. “Aldeano” es un alma de Dios, además de poca fuerza, el mérito de Sergio fue templar la embestida cansina. Buena estocada y se concede una oreja. Palmas para el morito.
Con su segundo explota la bomba, el público no lo deja hacer nada. Fue abucheado.
Arturo Gilio se llevó el mejor lote que fue aplaudido en el arrastre. El de Torreón realiza un par de gaoneras en los lances de recibo del tercero de la tarde. Pica David Vázquez. Dos buenos pares de Héctor García. Gilio inicia con dos péndulos, pocas tandas por el lado derecho a “Alcalde” que va bien a la muleta; una buena tanda, la faena empieza a levantar, intempestivamente Gilio decide terminar. Deja una estocada y le conceden una oreja. Da la vuelta al ruedo ante la desatención del público.
Nada con el percal en el cierraplaza “el menos pior de presencia”, pelea en varas, pica Héctor Delgado, la gente le recrimina, pero la verdad es que “Cristalino” empujaba al caballo. Cumple con los palos Diego Martínez. El burel mete la cabeza, Arturo logra muletazos por ambos lados sin conectar con la gente, a la mitad de la faena hay respuesta. Mete al espada al primer viaje, la gente pide la oreja porque cree que debe hacerlo siempre. El juez se tira la puntada de concederla. Para finalizar, Arturo sale a hombros, el chaval que tomó la alternativa hace seis días en Perú y que no pudo estrenarla, porque la empresa, que también lo apodera, decidió echar novillos en lugar de toros.
Seguro que ninguno de los nueve coletas mexicanos que actuaron en las tres corridas del serial Tlaxcala 2022, exigió los toros chicos. Simplemente la empresa se adaptó a la generalidad de la tauromaquia mexicana, nuestra media fiesta.