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Ibero Puebla presenta libro de Integración de América del Norte
En apariencia, la relación entre México y Estados Unidos es amistosa y cordial. Bajo la lupa académica, los vínculos estratégicos apenas rebasan los contactos indispensables entre dos países que comparten 3,200 kilómetros de frontera. De esta dinámica versa el libro Prospectivas del proceso de integración de América del Norte en el siglo XXI, presentado en la IBERO Puebla.
El estudio académico de Estados Unidos y Canadá ha sido relegado en los tiempos recientes en favor del reconocimiento de la historia de América Latina. Para José Luis García Aguilar, catedrático de la IBERO Puebla, la obra representa un ejercicio de reivindicación de los estudios de la zona en tiempos de reestructuración de convenios.
El texto inicia con un análisis de la entrada en vigor del TLC y sus repercusiones inmediatas en las tres naciones. “El país que más se benefició fue México”, aseguró el experto. “El T-MEC fue saltarle a Donald Trump. A pesar de la retórica fue posible moderar algunas cosas”, como la cláusula que obligaba a revisar el tratado cada cinco años
Sobre el capítulo relacionado con la democracia, valoró la esquematización comparativa entre los tres sistemas de gobierno. Según el experto, el federalismo de México se ve opacado en comparación de los otros dos países debido a los niveles de autonomía de cada entidad. Sugirió ahondar en el populismo como un reto común para la región.
García Aguilar destacó también el apartado relacionado con una posible política exterior feminista, así como el capítulo final que explora el declive de Canadá como voz protagonista en la política internacional. “El interés de Canadá por América Latina es cero. Es geopolítica […]. Solo le interesa México, y Haití por la francofonía”, apuntó.
Para futuras ediciones, el académico solicitó una exploración sobre el porvenir de Norteamérica como grupo geopolítico, así como una evaluación meticulosa de las nuevas tendencias de integración como los grupos sociales y las empresas. También llamó a analizar los sistemas de gobernanza desde paradigmas ambientales y energéticos.
El compilatorio propone una radiografía de las relaciones entre las tres grandes potencias de la región y sus vínculos en materia de comercio, seguridad, migración y orden político, así como cuestiones especializadas como energía, tecnología y género. Como explicó el coordinador del libro, el Dr. Daniel Arturo Romero León, el objetivo del texto es ofrecer un primer acercamiento a los temas que conciernen a Norteamérica.
En su aportación al proyecto, la Dra. Adriana Sletza Ortega Ramírez hace un repaso por los flujos migratorios en la región. La académica de la BUAP aseguró que la movilidad humana, que aumentó a partir de la firma del primer Tratado de Libre Comercio, no fue regulada dentro del convenio tripartito. “De los 11 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, la mitad lo hacen de manera irregular”.
Por su parte, el Dr. Luis Miguel Morales Gámez desarrolló una entrada sobre la seguridad humana: la obligación que tienen los Estados de proteger a todas las personas y prevenir las amenazas. Una de estas es el narcotráfico, el quiebre de cabezas que comparten los gobiernos de ambos lados del río Bravo.
Explicó el experto: “El objetivo de la Iniciativa Mérida era encausar a México a mejorar sus instituciones y entrenar a las personas para combatir a los criminales”. En tiempos de Enrique Peña Nieto, las decisiones en materia de seguridad fueron centralizadas por el Ejecutivo.
Con Andrés Manuel López Obrador, el combate al tráfico de drogas se ha dado a partir de becas para frenar la deserción escolar y una serie de decisiones en favor de la ‘soberanía’ por encima de los convenios internacionales. “En Estados Unidos no puedes combatir al narcotráfico con violencia. Hay programas especiales”, contrastó el especialista.