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Reconstruyen barda histórica en Cuautinchán tras derribo en julio
Fue reconstruida la barda histórica de la parroquia de Cuautinchán que fue destruida en julio de este año, pero se desconoce quién fue el responsable de eliminarla, informó Manuel Villarruel Vázquez, director del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El lunes 11 de julio fue derrumbada la barda, por lo que algunos habitantes del municipio presentaron quejas ante el INAH y la Secretaría de Cultura de Puebla. Posteriormente el instituto interpuso una investigación ante la Fiscalía General de la República (FGR) por esta violación.
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En entrevista tras participar en la entrega de elementos arqueológicos para la cerámoteca, el funcionario federal comentó que el área jurídica inició un procedimiento administrativo para determinar responsabilidades.
Después hubo un acuerdo entre algunos pobladores y la parroquia, quienes presentaron un proyecto para la reconstrucción de la barda a petición del INAH; este fue avalado y ejecutado, explicó el director.
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Manuel Villarruel recalcó que se hizo una restauración total de la barda, se volvieron a utilizar las mismas piezas que se habían quitado, se respetaron las características de la barda anterior, es decir, la altura e incluso se usó la misma técnica de construcción, morteros de cal apagada.
Añadió que el caso se investiga todavía para conocer a los responsables de quitar la barda, al parecer esto fue resultado de la confusión de una orden dada por alguien, aunque la responsabilidad del inmueble es del párroco de la comunidad Maurino Torres Pérez.
El derribo de la barda nunca tuvo el aval del INAH y por eso se pidió que se restituyera totalmente y no se sabe a ciencia cierta cuál fue el propósito de quitarla, recalcó Villarruel Vázquez al ser cuestionado sobre si el derribo fue un acuerdo entre el párroco y el presidente municipal de Cuautinchán, Daniel Torres García para construir un mercado en el terreno posterior a la barda como señalaban algunos pobladores.
El director del Centro INAH precisó que el terreno que está atrás de la barda de la parroquia es propiedad federal, por lo tanto, cualquier edificación debería tener permisos federales, pero también el aval del instituto.