La natación es un deporte integral perfecto para potenciar las capacidades durante la infancia. Como pocos ejercicios aeróbicos, pone a trabajar dos tercios de la musculatura mejorando el nivel de resistencia y flexibilidad, mientras contribuye al desarrollo cardiorrespiratorio.

El mínimo riesgo de lesiones se suma al incremento de la salud del cerebro, ya que no solo mejora su función sino que repara las neuronas dañadas y aumenta el flujo sanguíneo. Inscribir a los niños en clases particulares de natación se traduce en el disfrute de  ventajas físicas y mentales que merece la pena considerar.

Optimiza el sistema respiratorio

Nadar, maximiza el consumo de oxígeno; cada brazada y toma de aire genera impacto sobre el sistema respiratorio incrementando su nivel de resistencia, lo que reviste en mejoras en el flujo sanguíneo y la disminución de la frecuencia cardiaca.

Quema grasas

Lejos de lo que puede parecer, la natación es un ejercicio aeróbico de alto consumo calórico. En función de la intensidad de las clases, los niños pueden llegar a quemar entre 500 a 600 calorías por hora, una rutina ideal para aquellos que necesitan bajar de peso. 

Promueve el desarrollo de la musculatura

En la natación intervienen la mayor parte de los grupos musculares del cuerpo; tren inferior, superior, tronco y cabeza se involucran en el proceso generando flexibilidad en las articulaciones. Los músculos de la espalda son los más beneficiados logrando el máximo de tonificación y fortalecimiento. 

La natación es un deporte perfecto para cualquier edad, invertir en clases particulares para los niños resulta una decisión acertada en pro de su desarrollo físico y mental.