Puebla atraviesa una crisis de desaparición de niñas, niños y adolescentes, pues de 2010 a la mitad de 2022 las propias autoridades contabilizaron 3mil 242 menores de edad desaparecidos, alertó la Red por la Infancia y Adolescencia de Puebla (RIA).

Al presentar este martes su estudio “Perspectivas ante la desaparición de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en Puebla”, la organización enfatizó que las autoridades también deben combatir los delitos que provocan las desapariciones, como la prostitución, la explotación laboral y el tráfico ilegal de órganos.

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En #Puebla de 2010 a 2022 se han registrado 3 mil 242 menores de edad ausentes. https://t.co/Rs0QGK9t7Z pic.twitter.com/2LXAvFg24L

— Periódico e-consulta (@e_consulta) August 31, 2022

Con motivo del Día internacional de las víctimas de desapariciones forzadas, la RIA señaló que, hasta el corte de agosto de este año, 486 menores seguían sin ser localizados, según su análisis con base en las estadísticas del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.

La agrupación resaltó el cambio en las desapariciones con el paso del tiempo, pues en 2010 se contabilizaron 15 casos; en 2015 aumentaron a mil 93; en 2020 alcanzó un récord de 1990 desapariciones, y al corte de agosto de este año sumaban 142 casos.

De acuerdo con la organización, los municipios con mayor incidencia son: Puebla capital, Xicotepec, Huauchinango, Tepeaca, Tehuacán y Atlixco.

Hay temor en la población

La RIA alertó que esta situación provoca un “terror generalizado” entre menores de edad y sus familias, con lo cual se limitan sus libertades y su derecho a la seguridad.

“Se les juzga de ser irresponsables o negligentes en el desarrollo de sus propias vidas si ‘no se cuidan’. Son otro tipo de víctimas del fenómeno de la desaparición, de quienes no se suele hablar, pero sí culpabilizar”, señaló el estudio.

Ante esta problemática, la agrupación sugirió a familiares fomentar la comunicación con los menores, para identificar posibles riesgos; a los empresarios, generar acciones para fomentar el regreso seguro, especialmente para quienes trabajen en horario nocturno y a las organizaciones civiles, solidarizarse con las familias.

Para el caso de los familiares de las víctimas, la RIA pidió a las autoridades capacitarse para atenderlos adecuadamente; establecer líneas de comunicación e integrarlos a las acciones de búsqueda.