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Dueño del bar Dámaso, detrás del rapto de Sandra Elizabeth
El colombiano que ordenó el “levantón” de Sandra Elizabeth Pérez Portillo sería el dueño del bar Dámaso, un sitio que se ubicaba en la junta auxiliar de San Salvador Chachapa, en el municipio de Amozoc, y que la joven de 32 años de edad solía visitar.
Personal a cargo de las indagatorias reveló a e-consulta que la Fiscalía General del Estado (FGE) investiga este hombre, cuyo nombre aún se desconoce.
No obstante, es identicado como amigo y socio de Roberto Uvando Acero, alias “El Sinko”, el inspector de San Mateo Mendizábal, que la madrugada del pasado 24 de mayo recibió un mensaje de advertencia cuando sujetos desconocidos balearon su vivienda.
En sus redes sociales Uvando Acero hace promoción al bar, que ahora se ubica en el centro de Amozoc y del cual se presenta como dueño:
“Este fin de semana en Dámaso Amozoc cumplimos 10 meses de convivir a lo grande. Además su servidor “El Sinko” está de regreso, ya saben que los quiero un chingo, por tal motivo les tengo preparada una super promoción nunca antes vista”, publicó el pasado 17 de mayo.
Luego del atentado que sufrió, el inspector reveló que ya había recibido amenazas pero advirtió: “no me dejaré amedrentar, no permitiré que la delincuencia se salga con la suya”.
Barbosa señala a colombiano
El mismo día que el cuerpo de Sandra fue localizado en la cisterna de un domicilio de Mendizábal, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta declaró que, si bien la FGE ya tenía a siete personas detenidas por el secuestro, faltaba el líder de ellos, un hombre de nacionalidad colombiana.
Sandra trabajaba para la empresa Schnellecke Logistic y fue privada de la libertad la noche del 27 de abril en San Salvador Chachapa cuando regresaba a su casa. La versión de la Fiscalía de Puebla es que los captores exigieron 50 mil pesos para liberarla, pero luego de unas negociaciones aceptaron dos pagos de 10 mil pesos cada uno.
El primero de ellos fue entregado en la colonia 18 de marzo y el segundo en La Guadalupana, ambos en la capital poblana. Supuestamente, dos mujeres y cinco hombres fueron aprehendidos en flagrancia cuando se presentaron a cobrar el dinero.
Sin embargo, familiares de los detenidos rechazaron esta versión y dijeron que agentes ministeriales sacaron de sus domicilios a los hoy detenidos con la única explicación de que el rastreo de teléfonos celulares los llevó hasta ahí.
En su momento, la familia de Sandra reveló que se hicieron depósitos a varias cuentas en establecimientos Oxxo, pero nunca se supo a dónde o a quién llegó ese dinero.
El cuerpo de Sandra fue encontrado la noche del viernes 27 de mayo en una cisterna; estaba envuelto en plástico y en avanzado estado de descomposición, pero al siguiente día su familia confirmó la identidad.
Las mismas fuentes revelaron que Sandra fue asesinada varios días después de su desaparición. Hasta el 15 de mayo las autoridades tenían conocimiento de que seguía viva, pero fue torturada.
A todo esto se suma la versión publicada este día por el columnista Carlos Rocha, quien asegura que Sandra fue víctima de los llamados préstamos “gota a gota”, de bandas conformadas, principalmente, por colombianos, que ofrecen préstamos inmediatos y sin trámites, pero con intereses desmedidos y se caracterizan por recurrir a extorsiones, amenazas, golpes y hasta balazos para obligar a sus víctimas a pagar.