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A toro pasado: Timo a los taurinos poblanos en su feria
El gobernador Miguel Barbosa está echando las campanas al vuelo por los resultados de la feria de mayo recién terminada.
Hace bien en jactarse de las artisteadas, parece que los cantantes cumplieron. Ahora es necesario que le informen la cuestión taurina. Los aficionados poblanos fueron víctimas de un timo el día grande de la feria: el 5 de mayo. El señor Miguel Barbosa no puede eludir su responsabilidad, es directamente culpable.
Supongo que no fue indicación del gobernador que le dieran un palo al público, que el trinquete en despoblado del 5 de mayo fue por iniciativa de la empresa en contubernio con los toreros y el ganadero de La Estancia. Recordemos que los ganaderos son Alejandro Martínez Vértiz, padre e hijo; los matadores: Antonio Ferrera, Octavio García “El Payo” y Ernesto Javier Tapia “El Calita”.
Palo dado ni Dios lo quita. Un tal señor Guerra, el que organizó las corridas, ya le cobró sus honorarios al gobernante, ya hizo la graciosa huida. Engañaron a Barbosa y al público, la fechoría está cometida.
La lucha contra la prohibición de las corridas es incesante. Las agrupaciones que dirigen los destinos taurinos de México tienen constantes charlas, predican la libertad, hablan de las tradiciones, de la historia. Se imagina usted en el estrado a los Martínez Vértiz padre e hijo, a Ferrera, al “Payo”, al “Cala”, defendiendo la tauromaquia vertiendo argumentos como autenticidad, honradez, heroicidad.
Chulada de mentiras y mentirosos. Como todo mundo sabe en este ambiente unos y otros nos damos coba, es el pan de cada día y nadie dice lo contario. Imagine usted que los Martínez Vértiz, los dueños de La Estancia, los que hicieron el ridículo como ganaderos, tuvieron el descaro de darse la vuelta al ruedo en El Relicario el pasado 5 de mayo.
Regresando a lo que ahora necesita la afición de Puebla, lo primero es recuperar su plaza. El Relicario tiene que ser licitado, sin prisas, con cabeza, haciendo a un lado el tema político. Que sea una empresa que tenga un plan determinado, que eche a andar la escuela taurina, que los chavales puedan entrenar en su albero, que la afición regresa al tendido, se requiere alguien que ame puebla.
Gobernador Barbosa, usted ya se equivocó dos veces. Primero nos mandó un político que estuvo mucho tiempo como empresario; después, para la feria de mayo, contrató un empresario inepto. No nos vaya a salir con una gitanada. No permita que la plaza quede cerrada hasta mayo del 2023. Asesórese para que esta vez las cosas salgan bien.
Lo que nadie puede negar es el timo a los taurinos poblanos en su feria.