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México disuelve unidad de la DEA que operaba en el país
Tras operar por 25 años, México disolvió la Unidad de Investigaciones Sensibles (SIU, por su siglas en inglés), que era parte de la DEA para cooperar en la captura de narcomenudistas, lo que permitió la captura de Joaquín Guzmán Loera "El Chapo", en 2016.
Según información del diario Milenio, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador determinó desde el año pasado retirar oficialmente su apoyo a la operación del programa estelar de la DEA en nuestro país, el cual fue durante 25 años piedra angular de sus operaciones en territorio mexicano.
La orden fue de desarticular la unidad, la más grande de la agencia antidrogas en todo el mundo y que en su apogeo estuvo integrada por más de 200 agentes mexicanos –en su mayor parte policías federales-, a los que Washington pagaba un salario adicional al que devengaban en nuestro país, además de capacitarles en operaciones especiales en instalaciones del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y la Agencia Antidrogas estadounidense.
La SIU, como se le conocía por sus siglas en inglés, fue fundada en 1997 durante el sexenio de Ernesto Zedillo y operó de manera ininterrumpida como un apéndice de la Policía Federal en los mandatos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, lapso durante el que protagonizó operaciones de alto impacto en el combate al narcotráfico gracias a un acceso privilegiado a información de inteligencia estadunidense.
Sin embargo, la Unidad también se vio envuelta en numerosos escándalos, desde filtraciones que llevaron a la muerte de civiles en Coahuila y Nuevo León hasta el descubrimiento de que el oficial que estaba a su cargo entre 2008 y 2016, Iván Reyes Arzate, figuraba en la nómina de dos cárteles de la droga, a los que suministraba datos confidenciales que llevaron, incluso, a la ejecución de varios agentes encubiertos.
Con antecedentes inmediatos como esos y por tratarse de un cuerpo que estaba integrado en buena medida por agentes que fueron cultivados por el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, -hoy preso en Estados Unidos-, desde la llegada de López Obrador a la presidencia se le fue restando margen de maniobra a la unidad, hasta llegar a la decisión de desbandarla por completo, en abril del año pasado.
La decisión, aunque no necesariamente vinculada, se tomó seis meses después de la detención sorpresiva en Los Ángeles del ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos bajo acusaciones de narcotráfico, medida en la que la DEA fue una pieza central y que detonó un fuerte distanciamiento con la agencia antidrogas que derivó en la aprobación de una nueva Ley de Seguridad Nacional, con la que el gobierno mexicano mantiene un control más centralizado sobre todo tipo de operaciones de agencias foráneas.
Foto / Los Angeles Times