En el Viernes Santo se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús, tras ser detenido y entregado a Pilatos para que lo juzgara.

En medio de gran escándalo y que la multitud pidiera que se liberara a Barrabas, la sentencia llegó: Jesús debía ser azotado y crucificado.

Antes de morir, debió cargar la cruz en la que moriría; pero luego de que le colocaran una corona de espinas y ser golpeado, tuvo que recibir ayuda de un hombre llamado Simón para llevar el pesado madero.

Ante la mirada de aquellos que pidieron que lo crucificaran y de sus seguidores, quien dijo ser el Hijo de Dios fue levantado en la cruz.

Al estar colgado en el madero, Jesús expresó siete palabras o frases que son recordadas cada año:

Primera palabra: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).

Segunda palabra: “... De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43).

Tercera palabra: “Mujer, he ahí tu hijo” y “He ahí tu madre” (Juan 19:26, 27).

Cuarta palabra: Eli, Eli, Lama Sabactani, que quiere decir Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mateo 27:46 y Marcos 15:34).

Quinta palabra: “Tengo sed” (Juan 19:28).

Sexta palabra: “Consumado es” (Juan 19:30).

Séptima palabra: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23:46).

Tras decir sus últimas palabras, Jesús murió. La Biblia señala que la tierra tembló y el veló del templo se rasgó, incluso que personas muertas volvieron a la vida.

El cuerpo de Jesús fue colocado en una tumba y una pesada piedra colocada en la entrada, para evitar que los discípulos robaran en cuerpo.

El domingo de resurrección se recuerda que Jesús volvió a vivir y se les apareció a sus discípulos, además de otras personas.

La vida de Jesús ha sido llevada a la pantalla grande y hay gran variedad de películas que en estos días se pasan en televisión o pueden encontrarse en las plataformas de streaming.

Foto Agencia Enfoque