- Seguridad
Habrá protesta en San Miguel por desabasto de alimentos
Luego de que se dio a conocer que los reos de San Miguel toman agua tratada y comen alimentos echados a perder, familiares anunciaron una protesta para este jueves afuera del penal de la ciudad de Puebla.
Los organizadores exigirán ser recibidos por la directora del centro penitenciario, María del Rayo Mendoza Farfán, para hablar del desabasto de los productos y del mal trato que reciben cuando acuden a visita.
"Hola, soy familiar de un ppl (persona privada de la libertad) que no puede alzar la voz porque su integridad peligra adentro del reclusorio San Miguel, Puebla, por eso #YoAlzoLaVozPorMiPPL", se lee al inicio de la convocatoria.
La cita es este jueves 31 de marzo a las 8 de la mañana, y se pide vestir una prenda roja y, de ser posible, llevar un escrito con sus peticiones firmado de forma anónima.
"…a solicitar una audiencia con la directora del penal, la licenciada María del Rayo Mendoza Farfán, para que nos dé una solución de cómo va a manejar el tema de que nuestros PPL tengan insumos básicos como es alimento y agua, asimismo que a nosotros como visita nos den un trato digno y rápido, respetándonos como ciudadanos y nosotros a ellos como autoridad".
Los familiares de los reclusos dijeron que terminar con los privilegios al interior del penal es una cosa, pero violentar sus derechos humanos es otra.
"Te invito a ser partícipe de este movimiento pacífico que haremos, porque ellos ya están pagando su castigo, pero son seres humanos".
Este movimiento deriva de las denuncias que surgieron hace un par de semanas por el desabasto de productos de la canasta básica, como pan, huevo, carne y tortillas. A esto se suma que los familiares ya habían reportado que las visitas no se han normalizado al 100 por ciento y no les permitian ingresar alimentos para sus seres queridos.
El enojo incrementó cuando los reos les informaron que hierven agua tratada para saciar su sed.
“Por culpa de gente ambiciosa estamos así. Sí, sé que es parte de familiares y reclusos, pero también de parte de sus guardias corruptos. Hay gente que sí se preocupa por el bienestar de ellos, sabemos que el tiempo ahí no es fácil, pero tampoco para dejarlos comer comida podrida o agua tratada”, lamentaron.