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¿Es sano comerse los mocos, algo común en niños y hasta adultos?
“No te comas los mocos”, es una de las expresiones comunes de las madres al ver que sus hijos se los llevan a la boca. Es algo común en menores, pero algo que inclusive hacen los adultos.
Especialistas advierten que el hecho de meterse el dedo en la nariz puede llegar a causar lesiones e infecciones graves.
La mucosidad es una sustancia pegajosa que se genera dentro de la nariz. La nariz y senos paranasales generan aproximadamente un litro de mocos por día. Los mocos tienen un trabajo muy importante: proteger los pulmones.
Según un estudio dado a conocer en 2019, los adultos y niños deberían comerse los mocos. Según la investigación, publicado por el National Center for Biotechnology Information de Canadá, los mocos pueden tener muchos beneficios para la salud e incluso pueden ayudar a proteger los dientes.
En la publicación se informó que las secreciones nasales contienen mucinas salivales que forman una barrera contra las bacterias que pueden provocar la aparición de caries.
Según el periódico británicoThe Independent, existen pruebas científicas de que la mucosa presente en las secreciones nasales es una defensa eficaz contra las infecciones respiratorias o las úlceras estomacales.
Christian Calvo, vocal de la Comisión de Otorrinolaringología pediátrica de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC), señaló que “todos tenemos mucofagia”, ya que “el moco que tenemos en la nariz vamos a acabar tragándolo sin darnos cuenta”. La información la dio a conocer el portal cuidateplus.marca.com.
La razón, según explicó el especialista, la piel de la nariz tiene unos pelos microscópicos que van empujando el moco poco a poco hacia la garganta.
Calvo señaló que con los moscos también se ingieren gérmenes que pueden ayudar a estimular el sistema inmunitario.
“Esto se basa en la teoría de la higiene, que dice a grandes rasgos que hoy en día tenemos un entorno demasiado limpio y nuestro sistema inmunitario no tiene contra qué luchar”, expuso.
Pero Calvo aclaró que “no existen hasta el momento estudios que comparen a aquellos que comen o no sus mocos para ver si tienen o no más infecciones”.
Pero el estar metiendo los dedos en la nariz podrían ocasionar diversos problemas, los que dependen de la frecuencia y la intensidad con la que se practique este hábito.
La dermatóloga María José Tribó, directora de la Unidad de Psicodermatología del Hospital del Mar, de Barcelona, expresó que, “si bien hurgarse la nariz en general es una práctica común y en gran medida inofensiva en todo el mundo, existen complicaciones graves por hacerlo de forma crónica”.