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Fiestas, tv y hasta billar disfrutan internos en cárceles de Puebla
Televisiones, equipos de sonidos y hasta mesas de billar son algunos de los privilegios a los que acceden algunos reclusos en cárceles de Puebla mediante la corrupción, ya que pagan desde 50 hasta 200 mil pesos para tener privilegios mientras ante los ojos de las autoridades penitenciarias.
Audios, fotografías y denuncias enviadas a e-consulta exhiben la tolerancia de la prostitución, la venta de alcohol y drogas, así como la comisión de delitos desde la prisión.
La compra y renta de celulares, la permanencia en celdas y módulos de preferencia para los internos y la mezcla de reclusos de diferente peligrosidad son otras acciones que se toleran a cambio de dinero.
Lo anterior a pesar de que todo esto lo prohíbe por la Ley de Ejecución de Sanciones Penales y de Reinserción Social y el Reglamento de los Centros de Reinserción Social.
“Gracias a dios por la bendita corrupción”
En un audio hecho llegar a este medio un interno acusado de secuestro agradece a dios por la “bendita corrupción” en las cárceles de Puebla, ya que eso le permite comunicarse por celular con quien quiera.
“¡Quiubo Neto!, ¿cómo estás?, ¿qué no sirve tu otro teléfono?”, dice una persona al exterior, mientras un recluso al interior del penal responde: “se corta un poquito la señal por los inhibidores que ponen aquí”.
“Pues qué ya no pagas tu renta, o ¿qué?”, pregunta la persona que habla con el interno, quien a la vez confirma que paga renta: “no pues de que pago renta, pago renta, pero tú sabes que aquí luego ponen sus chingadas maquinitas, bloquean la señal, pago 350 y más barato 300, creo. Te digo una cosa, bendito Dios y bendita la corrupción que hay porque si no hay corrupción, ni estos aparatitos tendría uno para poderse comunicar”, confiesa la persona privada de la libertad de nombre Wilfrido.
En otro audio se escucha a un reo de nombre José Ruperto, acusado de secuestro, platicar con otra persona a la cual admite que hubo una fiesta dentro del penal.
“Buenas noches, aquí saludándote. Me habías dicho que mañana venías un poco temprano, pero agarramos la fiesta y apenas vamos terminando ahorita”, presume el interno.
Celdas al gusto
Las personas acusadas de secuestro recluidas en el penal de San Miguel, en vez de estar en el área Q o W, que son las de mayor seguridad, están mezclados con personas privadas de la libertad por delitos menores, como robo o violación, como José Ruperto.
Los dormitorios Q y W cuentan con 16 celdas de cristal, mediante las cuales los reos todo el tiempo son observados y solo tienen una hora para realizar actividades afuera, mientras que las visitas familiares se encuentran restringidas a solo una hora una vez por semana.
No están permitidas grabadoras, televisiones y no se les permite ningún tipo de contacto entre internos.
Sin embargo, en una fotografía se evidencia que incluso cuentan con un salón de billar, pese a que las bolas y tacos son considerados objetos prohibidos, ya que, en caso de una riña, pueden ser utilizados para lastimar a alguien.
A pesar de esto, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta ha negado que en su gobierno se mantengan los privilegios a reos que existieron en administraciones pasadas gracias a la corrupción.