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Verstappen: el campeón que detuvo al mundo en una vuelta de infarto

  • Edwin García
23 grandes premios después, la única vuelta que importó fue la última en Abu Dabi, esa que cerraría con broche de oro la temporada y definiría al nuevo campeón del mundo
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La temporada 2021 dentro de la Fórmula 1 ha concluido y de qué manera. El Gran Premio de Abu Dabi lució como un escenario infartante donde la definición puso a Max Verstappen (Red Bull) como el nuevo campeón del mundo, luego de librar una dura pelea contra Lewis Hamilton (Mercedes) en la última vuelta. El neerlandés tuvo oportunidad gracias al auto de seguridad en el final que le permitió reducir la diferencia con el inglés, por lo que en el mano a mano logró prevalecer gracias a sus gomas blandas que puso en la neutralización.

Verstappen inició desde la pole position, pero la arrancada de Hamilton fue mejor que todo y saltó directo al liderazgo. En los primeros metros ocurrió una maniobra polémica donde al llegar a una curva a la izquierda Verstappen trató de superar a Hamilton, pero llegó pasado, dejó sin pista al británico y este tuvo que seguir por la parte externa de la pista. El equipo Red Bull reclamó esto ante los comisarios deportivos, pero no sancionaron al británico debido a que consideraron que el neerlandés lo dejó sin espacio en la pista para doblar y se vio forzado a cortar camino por la extensión del asfalto.

El ritmo del W12 de Hamilton fue más que notable y comenzó a romper los relojes para marcar récords de vuelta a pesar de tener gomas medias; Verstappen simplemente no pudo alcanzarlo ni ir a su caza aun con sus neumáticos blandos (tienen mejor adherencia en pista) que en la previa le iban a dar mejor velocidad, pero una mayor degradación en la pista. El camino parecía trazado con Lewis al frente, aunque nada está escrito.

 

Lo mejor llegó al último

Ya ubicados en el último tramo de la competencia, Verstappen le achicó cuatro décimas por vueltas a su rival y se acercó en los relojes, aunque no pudo hacerlo en la pista. Cuando faltaban diez giros, el neerlandés se encontró con los pilotos rezagados y la diferencia con Lewis se quedó en 13,8 segundos. No obstante, en el giro número 53 se produjo un choque de Nicholas Latifi (Williams) que obligó a que ingresara el auto de seguridad, algo que el neerlandés aprovechó para ingresar rápidamente en los boxes y poner nuevamente sus gomas blandas (las más rápidas).

Sin embargo, la polémica volvió a azotar luego de que los comisarios deportivos tomaran la decisión de no permitirle a Verstappen superar a los rezagados que quedaron detrás de Hamilton. El neerlandés tuvo cinco autos adelante (entre ellos el compañero de Hamilton, Valtteri Bottas), algo volvía imposible para Max la labor de superar a Lewis. Más tarde, los comisarios dieron marcha atrás con la decisión y le permitieron emparejarse con Hamilton para reanudar.

No fue para menos el final de carrera, pues el piloto Max Verstappen fue capaz de generar que el mundo del automovilismo tuviera que aguantar la respiración durante 90 segundos. En la última vuelta fue cuando, literalmente, se robó el título mundial de Fórmula 1 que Lewis Hamilton había acariciado durante los 57 giros.

Con dramatismo puro, y luego de 1 mil 368 vueltas completadas en todo el año y los 23 Grandes Premios previos, la única vuelta que contaba era la última, pues quien llegara primero sería campeón del mundo. Controversial y curioso, lo sé.

Verstappen le enseñó y echó encima al 'toro rojo' a Lewis todavía con el Safety Car dentro; amenazaba con ir al ataque, pero la batalla se reiniciaría solo hasta que llegaran a la recta de la meta: primera curva, Lewis adelante; segunda, tercera, cuarta, lo mismo, pero en la quinta 'Mad Max' pisó a fondo el acelerador para después pararse en los frenos muy, muy adentro; justo por la parte interna fue que le arrebató el caramelo a Hamilton, ese que cuidó y que ya sentía suyo incluso desde la vuelta 1.

No obstante, el siete veces campeón no vendió fácil la derrota. Mientras que el nacido en los Países Bajos zigzagueaba en la recta trasera para no regalarle ningún tipo de succión, al llegar a la curva fue Hamilton quien atacó por fuera. Aquí nuevamente el pulso se detuvo, pero Verstappen fue capaz de resistir el embate; de ahí en adelante únicamente restaban seis curvas para llegar a la meta, pero ya no habría otro intento de Hamilton, el heptacampeón se quedó sin trucos y con unas llantas completamente cocidas, incapaces de ir a la pelea y buscar el título que moldeó durante prácticamente toda la carrera.

Los auriculares en el radio de Red Bull también robaron protagonismo al reventar con los gritos de Verstappen. Alaridos de júbilo que únicamente se igualaron por los gritos de furia en el pit de Mercedes, donde Toto Wolff puso a prueba la resistencia de los suyos, azotándolos y luego estirándolos mientras reclamaba la decisión del control de carrera por quitar el Safety Car en la última vuelta. Nadie lo podía creer, ni siquiera su antagonista Christian Horner, quien ya no sabía de qué manera felicitar a su piloto por el sistema de comunicación.

Si se trató de un milagro o la dichosa “suerte del campeón”, nadie es quién para afirmarlo. Lo que sí es un hecho es que Max Verstappen cortó de tajo siete años de dictadura de Mercedes en la Fórmula 1. Y pese a que el título de Constructores sí cayó en manos de los alemanes, Max Verstappen se convirtió en el primer neerlandés campeón de la F1 en la historia y, por fin, se quedó con el campeonato más esperado, el de Pilotos. Merece la pena revivirlo:

 

Foto: Twitter

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