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Acrópolis, un efímero recinto taurino

Jaime Oaxaca

Jueves, Noviembre 11, 2021 - 10:22

La noticia de la construcción del recinto se dio el 14 de marzo de 2015, a cargo del empresario y torero Arturo Gilio y los hermanos Vaca.

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El Centro de Espectáculos Acrópolis fue un fugaz recinto taurino ubicado en la ciudad de Puebla, ubicado junto a los estadios de futbol y beisbol. Se realizaron diversos espectáculos, cantantes, músicos, luchadores, en cuestiones taurinas funcionó del 11 de noviembre de 2016, al 5 de mayo de 2017.

Cinco festejos se realizaron en total, tres corridas de toros, la inaugural y dos de la feria de mayo 2017, también dos novilladas, éstas a puerta cerrada. Posteriormente, en una rueda de prensa se anunció una corrida más que se efectuaría en febrero de 2018. No se realizó, se dice que no hubo respuesta en la preventa.

La primera noticia de la construcción del centro de espectáculos se dio el 14 de marzo de 2015, el empresario, ganadero y torero Arturo Gilio y los hermano Vaca, ganaderos de La Punta, con otros socios, informaron que construirían un Coliseo, como el de Torreón y el de Yucatán. Sería un recinto cerrado, cómodo, con butacas, con lugares para exposiciones, amplias escaleras, elevadores, suficientes baños; vendieron la idea como una maravilla. Las plazas de toros dejaron de ser negocio, por tal motivo la construcción sería adaptada para realizar corridas.

En julio de 2016, se dijo que llevaban el 70 por ciento construido, que el lugar se llamaría “Acrópolis, la cumbre del espectáculo”. Se trataba de una edificación anti sismos no sostenida en la tierra, la estructura descansa sobre unos pilotes que soportan la estructura de acero. Tendría un aforo para 8,500 personas en corridas, lo que le daría la categoría de plaza de primera. Para otros espectáculos en que se pudieran poner butacas en el área del ruedo, alcanzaría para meter diez mil asistentes. Acrópolis se inauguró el 12 de agosto de 2016 con el cantante Juan Gabriel, con un compositor taquillero se llenaron las diez mil localidades.

En octubre 13 hubo información de toros, se hizo público el cartel inaugural: 11 de noviembre a las 8:00 de la noche, un mano entre Joselito Adame y Roca Rey, quedando por definir el encierro a jugarse.

Adame era el torero mexicano más importante en ese momento, Roca Rey tenía un año de alternativa y sacudía la fiesta. Días después se anunció que el ganado sería de La Punta.

Llegó el 11 del 11 y la ilusión se fue al pozo. La gente no asistió, apenitas un tercio de entrada para ver a Adame contar dos orejas y una al peruano. Un lugar pulcro, de fácil acceso, más cómodo que la mayoría de las plazas de toros, pero la gente no asistió. No le gustó estar en el nuevo recinto, a diferencia de El Relicario, los taurinos se sentían en Acrópolis como visitas, no como en casa.

Después del sorteo de la corrida inaugural se realizó una misa, se bendijo la capilla y el ruedo. Ofició el padre Ranulfo Rojas Bretón. El primer toro fue de La Punta, se llamó “Mi Reserva”, marcado con el número 22. El centro de espectáculos sigue en pie fue vendido al grupo de seguros GNP, propiedad de los señores Bailleres.

La ilusión taurina de Acrópolis fue efímera. Una lástima porque Arturo Gilio, en su época de torero fue querido por la afición poblana. Toreó en El Relicario como novillero y después como matador. Recordemos que la primera cornada que puso en peligro la vida de un torero, la sufrió Arturo en 1992, una cornada de vientre inferida por un toro de Xajay.

Puebla cuenta con El Relicario, la plaza que José Ángel López Lima regaló a los poblanos y que el gobierno estatal tiene en comodato. Ojalá por mucho tiempo más.

Cinco plazas se han inaugurado el 11 de noviembre, dos de ellas aún funcionan.

El periodista Jaime Silva Gutiérrez, en paz descanse, me asesoró con algunos datos.

La primera fue en la ciudad de Morelia en 1844, un coso de madera con un ruedo inmenso de 70 metros de diámetro. Estuvo en pie durante 99 años, actualmente el lugar es una zona de edificios.

La segunda fue en Teocaltiche, Jalisco, en 1905. La plaza se llama El Renacimiento sigue funcionando, tanto que hoy dan una corrida. El aforo es para cuatro mil asistentes.

La tercera fue en 1923, en Ciudad Hidalgo, Michoacán, se jugaron cuat-ro bureles de San José Porto para el matador mexicano Jesús Tenes. Al recinto le caben 4,000 aficionados. Por si faltaran coincidencias se llama El Relicario.

La cuarta es la Vicente Segura de Pachuca echada a andar en 1978, hicieron el paseíllo Manolo Martínez, Curro Rivera y Jorge Gutiérrez, quienes se enfrentaron a un encierro de Javier Garfias. Su aforo es para nueve mil personas y sigue dando toros.

La quinta está en Puebla, se llama Acrópolis.