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Monsieur Mangetout, el hombre que se alimentaba de metales y vidrio
Esta semana, los récords mundiales Guinness recuerdan a Michel Lotito, mejor conocido como Monsieur Mangetout, un hombre que se hizo famoso por su capacidad de consumir metal y vidrio como parte de sus alimentos diarios.
Michel Lotito es un hombre originario de Grenoble, Francia que nació en 1950, pero que a los 9 años de edad descubrió una capacidad singular en él: podía ingerir materiales hechos de vidrio o metal, sin sufrir consecuencias negativas de salud.
De acuerdo con los récords Guinness, Lotito descubrió su habilidad cuando se rompió el vaso del que estaba bebiendo agua, pues comenzó a masticar los fragmentos, sin experimentar molestia alguna.
Con el tiempo, esta práctica se fue haciendo costumbre suya, por lo que para 1966, ya había acumulado una dieta que incluía 18 bicicletas, 15 carritos de supermercado, seis candelabros, dos camas, siete televisores, uno juego para esquiar, una avioneta y una computadora.
Incluso se tiene registro de que ha sido el único hombre que ha diseñado un modelo de ataúd comestible: “Se dice que proporcionó el único ejemplo en la historia de un ataúd (con asas y todo) que termina dentro de un hombre”, informaron los récords Guinness.
La habilidad de Monsieur Mangetout llamó la atención de la comunidad médica, de tal forma que fue sometido a unos estudios, en donde se observó que el hombre sufría de una condición atípica llamado Transtorno Pica, el cual consta de tener un fuerte apetito por objetos, en lugar de comida:
“Los gastroenterólogos tomaron radiografías de su estómago y describieron su capacidad para consumir 900 g (2 libras) de metal por día como algo único. Sus raras comidas eran el resultado de un trastorno llamado pica. Esto toma la forma de un fuerte apetito por cosas que no son comida”, añadió el Guinness World Records.
Michel Lotito aprovechó esta cualidad, la cual explotó dando exhibiciones en público, es decir, se convirtió en su carrera. Finalmente, murió el 25 de junio de 2007 por causas naturales que nada tenían que ver con su alimentación.