Han pasado 12 meses del primer caso de contagio de Covid-19 que se registró en Puebla y desde ahí 74 mil 301 personas han dado positivo con el virus.

La Secretaría de Salud de Puebla confirmó que el virus de SARS-CoV-2 llegó de Alemania cuando un proveedor externo de Volkswagen de México presentó síntomas, luego de que reportara que se pudo contagiar en Italia.

A partir de ahí se estima que 203 personas diariamente se contagiaron afectando a 209 de los 217 municipios del estado.

Oscar Pérez, Carlos Gerardo Seoane y Hugo son tres poblanos que se han contagiado por Covid-19 en Puebla y que han sobrevivido a la pandemia.

“Vi mis pulmones afectados al 70%”

Oscar Pérez, de 49 años de edad, es comerciante en la Central de Abasto y sintió los síntomas del virus del SARS-CoV-2 cuando descargaba la mercancía. Un día tuvo dificultad para respirar y mucho cansancio.

“Fui al doctor y me tomó una placa de mis pulmones, ahí me di cuenta de que tenía 70 por ciento contaminado por la enfermedad, a partir de ahí, me tuve que atender con un tratamiento. Sentí muy feo, por todo lo que había visto y la gente que había muerto, mi familia decayó”, dijo.

La fiebre, la tos, problemas para respirar y la falta de apetito siguieron entre sus malestares durante las próximas semanas.

Oscar, su esposa e hijas trabajaron juntos para salir adelante y no deprimirse. Los esfuerzos ayudaron para enfrentar la pandemia, métodos naturales, medicamentos y rezos acompañaron a la familia.  

Los mensajes de WhatsApp y las llamadas telefónicas de otros parientes a la distancia, mejoraron el alma.

“Yo caí un miércoles y mi primo un miércoles, él desgraciadamente falleció. Yo tomé fuerzas para ir adelante, por mi familia, para no ver sufrir a mis hijos. La familia que está lejos me llamaba, me daban ánimos y eso me ayudó a salir adelante”.

“La pandemia es algo muy duro y doy gracias a Dios por estar un año acá y ahora, como familia tenemos más cuidado, le echamos ganas y esperamos que todo salga bien”,

“Llegas a pensar en la muerte”

Carlos Gerardo Seoane, de 46 años de edad, no sabía que el 5 de enero saludaría por última vez a su mejor amigo, luego de que enfermara y perdiera la vida por Covid-19.

Una semana después presentó los síntomas leves y su primera doctora le dijo que no se preocupara porque no había indicios del virus.

Pero la fiebre no paró, la tos, las dificultades para respirar, en su caso terminó en la conexión a un respirador para mejorar su oxigenación: ya era oficialmente positivo al virus de SARS-CoV-2.

“Estaba en la zozobra que no me pusiera más grave, que se me fuera a complicar y terminara en un hospital”.

Su familia y sus amigos lo apoyaron con cuidados, así como alimentos o cosas que se requiere para su vivienda.

“Tienes mucho en qué pensar, pides que no se complique los malestares en un hospital. Se siente bastante mal, puedes morir si se complica, porque escuché las historias de muchas personas que se contagian y no sobreviven”, relató.

“Me enfermé de la noche a la mañana”

Hugo, de 33 años, cumpliría un año trabajando en casa para una empresa especializada en tecnología. Los únicos sitios concurridos a los que acudía eran el supermercado y el cajero.

“Yo me contagié de la noche a la mañana, presente síntomas de inmediato. Unos días antes, por trabajo, estaba desvelado, me agoté, pero no pensé que fuera por Covid-19, porque no tenía ni dolor de garganta. Después, mucha fiebre y tos”, dijo.

En la empresa donde labora hizo una encuesta en línea que dio paso a que se realizara una prueba y dio positiva. De inmediato conservó la calma y buscó medicamentos para disminuir sus malestares.

“Tenía febrícula, me dijeron que tenía que cuidar la alimentación y como vivo solo, recibí apoyo de mi familia que me dejaba comida y artículos de primera necesidad en la puerta, para que no tuviera un contacto con ellos”, platicó.

Hugo comentó que es algo difícil de creer en el Covid-19 y que por eso mucha gente sigue sin cuidarse, pero que cuando toca, es un golpe emocional duro, por eso, todos deben de cuidarse y seguir las recomendaciones de las autoridades de salud.