Agnes Torres vivió todo con intensidad y tenía mucha pasión por modelar, por la defensa de los derechos humanos de la comunidad LGBTTTIQ+, la psicología y sus investigaciones.

En su vida personal era muy reservada, pero eso no le impidió tener muchas amistades a las que prefería no acompañar a las “marchas de orgullo gay”.

“Ella tenía una frase muy linda, potente e importante para argumentar porqué no iba. Decía: ‘Mi marcha es todos los días’. Cuando tú caminas con identidad, con orgullo y dignidad fuera de todo clóset tienes que marchar contra la transfobia, la negación de documentos, el empleo y un montón de límites”, recordó el activista Brahim Zamora uno de los amigos de Agnes.

Brahim y Agnes se conocieron cuando colaboraron juntos para “Erósfera”, un proyecto que ofreció asesoría en salud, derechos sexuales y reproductivos, principalmente a jóvenes poblanos en 2010.

Agnes estudió psicología en la Universidad Veracruzana y era la psicóloga del centro, pero también desarrollaba investigaciones científicas de la comunidad trans y ya trabajaba en un argumento jurídico para pedir al Congreso que una persona pudiera cambiar toda su documentación personal en caso de cambiar su apariencia de hombre a mujer y viceversa.

La ley esta semana fue discutida en el Congreso del estado después de más de 7 años de trabas políticas.

El sueño de Agnes fue interrumpido en marzo de 2012 cuando la asesinaron y su cuerpo, con huellas de tortura, fue hallado cerca de la autopista Siglo XXI, en Atlixco. Ella tenía 28 años de edad.

Un año después, el Congreso local legisló para incluir en el Código de Defensa Social el odio y la discriminación, como agravantes en los delitos de homicidio y lesiones.

Muy combativa y justa

Agnes Torres era una mujer solidaria y combativa. Su activismo la llevó a presentar en 2010 una queja contra el entonces candidato del PRI, Javier López Zavala, por realizar un comentario transfóbico en contra su adversario el panista Rafael Moreno Valle durante un debate en campaña por la gubernatura.

“Ella fue la única que lo hizo (interponer una denuncia). Un acto discriminatorio puede ser contra cualquier persona, aunque esté en el poder, que en este caso era Moreno Valle. Ella era justa”, agregó Brahim Zamora.

Además, tenía una gran habilidad para escribir e interés desde el área científica en la comunidad transgénero. Los temas de conversación, a su lado, eran interminables.

De su vida amorosa, eso sí, prefería reservarse para sí misma. Nunca habló, por ejemplo, de un plan a futuro con una pareja.

Aunque el modelaje no era su profesión, sí le gustaba participar en sesiones y posar ante la cámara. Nunca tuvo pena y fue clara para mandar mensajes que hablaran e hicieran conciencia de las situaciones trans en México y Puebla.

Agnes disfrutaba de las fiestas con sus amigos y cuando en un centro nocturno encendían las luces con la canción “Loba” de Shakira, ella ya tenía preparado el performance.

Avanza justicia para Agnes

El 16 de diciembre de 2020, el juez Enrique Romero Razo dictó auto de formal prisión en contra de Jorge Flores Zechinelli, presunto autor material del homicidio de Agnes Torres Hernández.

Por su crimen existen otras tres personas detenidas y sentenciadas dentro del proceso penal 178/2013, en tanto que otro implicado que era menor de edad ya cumplió su sentencia y fue puesto en libertad.

Siete años sin ley

En 2013, el Comité Orgullo Puebla entregó una petición a los diputados para legislar en la ley de ley de identidad autopercibida, conocida como Ley Agnes Torres, pero no fue atendida por los diputados locales.

Tres años después, en 2015, la entonces legisladora del PRD, Socorro Quezada Tiempo intentó discutir el tema, pero no encontró eco con sus compañeros. Lo mismo sucedió en 2019 con el ahora diputado con licencia José Juan Espinosa Torres, cuando el Poder Legislativo ya era mayoría morenista.

Para este 2020, la legisladora de Morena, Estefanía Rodríguez retomó, en compañía de universidades y organizaciones sociales, entre ellos el Comité Orgullo Puebla y la colectiva Trans, la elaboración de una iniciativa de identidad autopercibida para que las personas que cambien su apariencia cambie de nombre.

La iniciativa se mantuvo hasta enero en la congeladora y en diciembre la toma del Congreso y un plantón abrieron la posibilidad de que se legislara en febrero.

El activista Brahim Zamora opinó que las “filias y fobias partidarias” del presidente del Congreso Local, Gabriel Biestro Mednilla, retrasaron la discusión y lo llevaron a que precisamente en vísperas del proceso electoral decidiera abordarlo.

El pasado viernes, con 7 votos a favor y tres abstenciones las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales y Procuración y Administración de Justicia avanzaron con su voto de la reforma.

Brahim Zamora comentó que hay más de una década en esta lucha con muchas personas que han pedido sus derechos, algunos, como Agnes, que han muerto en el camino a la batalla.

Ante los comentarios del gobernador Miguel Barbosa sobre que se debe agradecer al Congreso Local por atender la demanda ciudadana, dijo que no es un tema para abanderar un partido o militante.

En tanto, confió en que la presión política permita una ley completa e integral, sin vacíos legales que echen para atrás una Ley Agnes Torres