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Teleférico de Puebla, entre la polémica y la corrupción
El Teleférico de Puebla cumplirá el próximo mes de enero seis años de haberse inaugurado, tras una polémica con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y una inversión de 359 millones de pesos que representó un incremento de más del 100% de lo previsto.
La obra fue inaugurada en enero de 2016 en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe por el entonces gobernador del estado, Rafael Moreno Valle, el secretario de Turismo federal, en esa época, Enrique de la Madrid y el entonces alcalde de Puebla, José Antonio Gali.
El primer revés para la obra se dio por la negativa del INAH de dar su aval de construcción bajo el argumento de que la obra causaría afectaciones al patrimonio histórico de la ciudad.
Tras la oposición del director general del INAH, Sergio Raúl Arroyo García, a la edificación, de manera repentina fue cesado de su cargo.
Mediante un comunicado de prensa emitido por la Comisión de Defensa del Patrimonio Cultural de la Delegación Sindical D–III–4 se detalló “La reciente y sorpresiva destitución del etnólogo Sergio Raúl Arroyo García en la dirección general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) nos asombró a muchos, sobre todo porque se comenzaba a cumplir con el deber de proteger el patrimonio cultural”. Con este mensaje se dio por confirmado que su salida fue motivada por su clara oposición al Teleférico de Puebla.
Por su parte el Comité Defensor del Patrimonio Cultural, Histórico y Ambiental de Puebla A.C señaló en su momento que no existía un estudio dictaminado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia que determinara que el recorrido del Teleférico en Puebla no iba a perjudicar monumentos históricos ni causaría impacto en el paisaje.
Tras la remoción del funcionario federal y una modificación a la ruta inicial del recorrido del Teleférico, el INAH con nuevo titular, dio su aval para la continuidad del proyecto.
Con un costo que resultó más del 100% de lo proyectado, la obra se entregó un año después de lo previsto. De este modo el Teleférico se convirtió en su tipo, en uno de los más cortos y caros del país, con una longitud de 688 metros y una inversión de 359.2 millones de pesos. El precio supera al del Estado de México, que con una longitud de 4.8 kilómetros costó mil 228 millones de pesos, y el de Orizaba que recorre 917 metros y apenas tuvo una inversión de 59 millones.
Casi al conmemorarse su sexto aniversario, surgen nuevos señalamientos de corrupción en torno a la obra. En este supuesto se habría tejido una red que involucra a ex funcionarios de Puebla y empresarios donde se menciona a David Avayou, accionista mayoritario de Interlift, quien posiblemente fue beneficiado con el contrato de construcción del Teleférico y quien según publicaciones periodísticas en medios macionales, está siendo investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera por posible lavado de dinero.
Cabe mencionar que Ángel Trauwitz, ex Secretario de Turismo de Puebla en 2011 y 2013 es parte de la red comercial de David Avayou mediante su restaurante Bodegas del Molino.
Dentro de esta red también se encontraría Lorenzo Rojas, accionista mayoritario de la empresa Mextur Transporte Turístico.