En el municipio de Huaquechula, durante la temporada de Día de muertos se colocan altares monumentales para ofrendar a familiares que murieron durante el año y este 2020, pese a la contingencia por Covid-19, no fue la excepción.

El equipo de e-consulta fue testigo de la mágica tradición que se realiza en este municipio ubicado a tan solo una hora y media de la capital poblana, donde familiares, amigos y personas cercanas al difunto preparan el camino que ha de recorrer para poder visitar su hogar y recibir la ofrenda.

En punto de la 2 de la tarde, la banda de música, los danzantes, la familia y los conocidos de Maylo estaban listos para acompañarlo en el recorrido desde el panteón hasta su hogar, mientras tanto, su hijo Juan Manuel se preparaba para llevar el ánima bendita de su papá en brazos, a través del incienso y el copal.

Durante el recorrido una mujer regó pétalos de flor de cempasúchil para señalar el camino de Maylo y atrás de ella caminaba Juan Manuel junto al alma de su padre, mientras la banda de música y los bailarines amenizaban el trayecto; a lo lejos se podía apreciar el sonido de los cuetes que anunciaban la visita de Maylo.

Vecinos de la familia salieron de sus hogares con copaleros, pues según las creencias religiosas el humo de esta resina purifica el ambiente de malas energías, proporcionando seguridad para que el alma del difunto pueda llegar a su hogar sin contratiempos.

Cabe mencionar que los bailarines que acompañan al ánima bendita, por lo regular son conocidos de la familia y durante el recorrido realizan la tradicional danza del 3 de mayo, Día de la Santa Cruz, para lo cual las mujeres visten trajes típicos de las comunidades de Santiago Tetla y San Juan Huiluco.

Mientras tanto, en la casa del difunto lo esperan sus familiares junto a una ofrenda monumental de tres pisos.

En el lugar, Juan Manuel, hijo de quien en vida era conocido como Maylo explicó que este tipo de ofrendas se realizan únicamente en el año en el que muere la persona y agregó que la estructura de esta ofrenda se realiza con madera y se forra con satín blanco:

“además cuenta con tres niveles, cada uno tiene su significado, por ejemplo: el primer nivel simboliza lo terrenal, en este espacio se coloca todo lo que en vida disfrutaba mi papá, en el segundo se coloca una figura religiosa de la que el difunto era devoto, en este caso el divino niño y en el tercer nivel por lo regular se coloca un cristo, pero en esta ocasión pusimos de nueva cuenta al santo niño”, finalizó.

El recorrido de ofrendas; una tradición ancestral

Esta tradición indígena surgió hace cientos de años, pues, las culturas prehispánicas creían que el alma de los difuntos debía ser honrada a través de ofrendas que acompañaran el camino de los muertos hacía el Mictlán y no fue hasta el periodo de la evangelización que dicha celebración se empezó a realizar los días 1 y 2 de noviembre.

Cada comunidad adoptó distintas formas de acompañar a sus difuntos durante estas fechas; en Huaquechula realizan altares monumentales en el interior de las viviendas que incluyen objetos, bebidas y alimentos que en vida fueron favoritos de aquel a quien se ofrenda.

Esta costumbre también incluye el recorrido de las ofrendas, por lo que en estos días, turistas y habitantes de la comunidad visitan los altares y en agradecimiento los anfitriones de la casa ofrecen agua, atole, tamales, mole o cualquier alimento, dependiendo del presupuesto de cada familia.

Cabe mencionar que desde 1997 los altares monumentales del municipio de Huaquechula son considerados patrimonio cultural del estado de Puebla.