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Implementa IBERO Puebla justicia restaurativa, no punitiva
Para la IBERO Puebla, la Procuraduría de Derechos Universitarios es una instancia clave en la construcción y cuidado del tejido social institucional. Por tal motivo, la segunda sesión de las jornadas de formación en línea Claves para la prevención, atención y sanción de las violencias en el ámbito universitario se centró en las acciones institucionales en torno a las faltas específicas internas.
Desde su creación en 2003 y hasta hace tres años, la Procuraduría era una instancia de asesoría y acompañamiento que intervenía cuando todas las posibilidades de atención a faltas habían sido agotadas. Sin embargo, la figura ha cobrado mayor protagonismo en tiempos recientes, lo cual ha derivado en instrumentos y estrategias como la campaña En la IBERO nos cuidamos tod@s.
La Universidad es consciente de que debe crear dispositivos, instancias y procedimientos para salvaguardar a su Comunidad Universitaria y fomentar el autocuidado. Con esa intención, se desarrollaron los diez Compromisos IBERO para el cuidado personal y comunitario. Así lo refirió la Mtra. Laura Rodríguez Matamoros, responsable de la Procuraduría de Derechos Universitarios.
Dichos imperativos permitieron el mapeo de las llamadas faltas específicas: aquellas conductas que trasgreden los compromisos institucionales para el cuidado personal y comunitario en cuatro modalidades: violencia interpersonal, discriminación, acoso y hostigamiento. “En estas conductas se visibiliza a todos los integrantes de la Comunidad, por lo que no se admitirá impunidad con base en el rol”, precisó Rodríguez Matamoros.
La Procuraduría de Derechos Universitarios es el área principal para la recepción de quejas y denuncias, realiza una investigación, integra un expediente y remite al Comité para el Cuidado de la Integridad Personal y Comunitaria para continuar con el proceso de justicia.
Dicho Comité tiene un papel central en la atención y sanción de faltas específicas, en apego a los Compromisos IBERO. En paralelo, concluyó Laura Rodríguez, la Institución cuenta con un Tribunal Universitario, instancia de apelación a las quejas por faltas específicas y otros conflictos internos.
“Buscamos dar justicia restaurativa. Los sistemas externos son punitivos, lo cual no beneficia a las víctimas. Queremos implementar sanciones pedagógicas que aseguren la no repetición”: Mtro. Juan Corona.
En síntesis, la Procuraduría de Derechos Universitarios orienta e investiga faltas específicas. “Toda persona que necesite algún tipo de asesoría, se le dará; en caso de que no sea competencia de la Procuraduría, se le canalizará a la instancia correspondiente”, recordó el Mtro. Juan Corona Román, asistente de la Procuraduría de Derechos Universitarios.
Corona Román detalló el proceso de denuncias al interior de la IBERO Puebla, el cual consta de cinco etapas:
Queja o denuncia. Puede hacerse de forma individual o representativa; en el micrositio de la Procuraduría, por correo electrónico o de manera presencial. Las quejas son confidenciales, mas no anónimas; esto con el fin de salvaguardar el debido proceso.
Ratificación. Mecanismo que sirve para confirmar lo mencionado, ampliar la información, presentar pruebas y explorar otras opciones de ayuda. Esta etapa busca nutrir la indagación sin revictimizar al denunciante.
Investigación. Etapa en la cual la Procuraduría prepara un expediente, cuida el debido proceso (toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario) y recaba pruebas.
Canalización al Comité para la Integridad Personal y Comunitaria. Este organismo llega a una resolución, la cual es comunicada a víctimas y victimarios, mismos que tienen derecho de apelación. Debido a que Procuraduría no tiene funciones de sanción, el Tribunal Universitario es la instancia responsable de dar una resolución final.
Supervisión y cumplimiento. En la última instancia, la Procuraduría verifica que las sanciones se cumplan. Del mismo modo, vigila el acompañamiento que requieren las víctimas.
Durante la pandemia, la Procuraduría ha adaptado múltiples mecanismos de contacto y trabajo en línea para atender en casos reportados antes de la contingencia, así como aquellas quejas recibidas en los meses de confinamiento. Por ello, la instancia está trabajando en la modalidad de Procuraduría Virtual de Derechos Universitarios.
Juan Corona refrendó el valor de la cultura de la denuncia, pues en la medida en que se señalen las violencias se podrán generar espacios inclusivos y seguros. “Para poder quejarse es necesario tener instancias que brinden asistencia. Eso hacemos desde Procuraduría: toda denuncia será atendida o canalizada con todo profesionalismo”, aseveró.