Las agencias funerarias Cristo Rey y Funerales Puebla de Atlixco están acusadas de constante ruido y contaminación por parte de los vecinos, esto debido a que dichas empresas han sido las más solicitadas durante la contingencia por Covid-19 en la región.

Por lo que este domingo a las 16:16 horas Julio Arrioja vecino de funerales Cristo Rey inició un video en vivo en su cuenta de Facebook para denunciar públicamente la actividad constante del horno crematorio.

La empresa de Funerales Cristo Rey, propiedad de Alejandro Corona y Miriam Galindo, ex diputada local, fue exhibida por Julián Arrioja, quien acompañó las imágenes con el siguiente texto:

“Todos los días está prendido durante muchas horas, el sonido es muy molesto. Hicimos una denuncia ante la PROFEPA y dijeron que no les incumbe a ellos, ahora llamamos a protección civil y a bomberos pero lleva más de 20 minutos emitiendo humo y no lo han controlado”.

 En respuesta el usuario Yezof Cal comentó: “y por si fuera poco sus empleados no respetan los protocolos de seguridad; se pasean por la calle quitándose y poniéndose los trajes, sin ninguna medida de seguridad, exponiendo a todos los vecinos”.

Este caso reavivó las quejas de principios de marzo por parte de los vecinos de funerales Puebla, que expusieron los olores que generaba el uso constante del horno crematorio, en su momento el hoy fallecido Rey Rodríguez, quien también perdió la batalla ante el covid, señaló a e-consulta que se trataba de vecinos molestos.

Luego esta empresa fue señalada por familiares de ex trabajadores por no suministrarles lo necesario para la protección durante el manejo de los restos, más ahora durante la pandemia, ante esta queja el hoy occiso Rey Rodríguez señaló que se trataba de un trabajador al que recientemente habían despedido.

Aunado a esto, se hicieron de dominio público fragmentos de una grabación en donde se dan informes sobre los servicios que ofrece esta empresa que da la posibilidad de asentar en el certificado médico una causa de muerte diferente a la del covid, con la idea de que los deudos puedan velar en alguna de sus capillas o en un domicilio particular a quien falleció por SARS-COV-2, el costo oscila entre los 20 mil pesos.

Ante estos señalamientos este medio de comunicación buscó a los nuevos responsables para conocer su versión, pero no devolvieron el llamado.