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Reparto de Rappi y Uber Eats también es afectado por Covid-19
Los ingresos para los repartidores de alimentos disminuyeron drásticamente en Puebla desde enero de este año, pero a partir del brote de COVID-19 la situación ha sido más adversa, refieren distintos trabajadores de las plataformas digitales más populares en la ciudad: Uber Eats y Rappi.
Ingresos diarios disminuyen hasta en un 80%
Jeffrey Muñoz, estudiante de Derecho en la BUAP, opera la plataforma Uber Eats 4 horas diarias: de 8 a 12 de la noche de lunes a viernes y los fines de semana ha llegado a trabajar hasta 12 horas diarias a bordo de su motocicleta, dado que los ingresos aumentan en cada viaje. Estima que los ingresos diarios que ofrece este empleo son suficientes para solventar su manutención en la ciudad, dado que es originario del municipio de Huaquechula. En promedio recibía 200 pesos diarios por 4 horas de trabajo.
Comenta que ante la drástica baja en los servicios requeridos por la plataforma y la suspensión de actividades escolares en la BUAP, dejó la plataforma y espera regresar a ella en poco tiempo. Por lo mientras y ante la contingencia de salud pública, regresó a su municipio de origen.
Por su parte, Dorian Torrentera, repartidor de la aplicación Rappi, comenta que la situación de precarización del empleo la empezó a ver desde enero de este año, cuando sus ingresos se mermaron en 50%. El repartidor, de 39 años, declaró que su horario de servicio en la aplicación era de 8 de la mañana a 2:30 de la tarde, esto le generaba ingresos diarios de hasta 350 pesos. Sin embargo, el motociclista refiere que desde antes del brote del Covid-19 la plataforma no daba para seguir solventando sus gastos, por lo que dejó de usar desde hace 15 días.
Enfatiza que una de las razones de la baja en los ingresos es el sobrecupo de repartidores en la ciudad. Agrega que en pláticas con compañeros repartidores algunos tienen una sensación de mejora desde la semana pasada. Por el momento, ante la falta de ingresos, labora como repartidor de pruebas en un laboratorio.
Desatención a los repartidores y falta de derechos laborales
Jeffrey Muñoz declara que la empresa se mostró solidaria en la medida de lo posible con sus repartidores ante el Covid-19.
El 19 de marzo Uber Eats hizo llegar mediante su plataforma recomendaciones sanitarias, en la que enfatizaban la prevención de contagios a sus repartidores. Al mismo tiempo informaba el cierre de sus oficinas en Puebla, ubicadas cerca de la 43 poniente. Enfatiza que la transnacional ofrece el pago de comisiones a quienes se hayan contagiado del virus, tasado a sus comisiones ordinarias.
Arath Bravo, estudiante de ciencias políticas en la BUAP, se unió a la plataforma Uber Eats aproximadamente hace seis meses. Menciona que desde el brote de COVID-19, sus ingresos han caído en más de 50 haciendo cada vez menos redituable esta forma de empleo. Este trabajo no ofrece ningún tipo de prestación más allá del seguro de vida. Es necesario que nos dejen de considerar socios para ser empleados y así adquirir los derechos que nos corresponden, desde seguridad social hasta planes de retiro, concluye el entrevistado.
Contexto nacional y global
La empresa norteamericana Uber y su servicio de alimentos Uber Eats operan en Puebla desde octubre de 2016. Estas empresas no reporta cuántos socios tienen. La asociación #NiUnRepartidorMenos aglomera 20,000 repartidores de distintas aplicaciones.
La Organización Mundial del Trabajo en su informe Trabajar para un futuro más prometedor plantea la necesidad de regular este tipo de empleo, dado que se corre el riesgo de crear jornaleros digitales.
Por otra parte, en México la legislación federal en materia laboral no los contempla como sujetos de derechos, al no haber un contrato entre los trabajadores y los empleadores.