El exalcalde de Quecholac, Néstor Camarillo Medina, se destapó por la dirigencia estatal del PRI en Puebla y planteó un pacto de unidad entre los aspirantes en lugar de una elección abierta.

En el programa Ante la Corte, de e-consulta, confirmó su aspiración a encabezar el Comité Directivo Estatal (CDE) para el periodo 2019-2022 al asegurar que el tricolor sigue con vida y tiene amplias posibilidades de ganar alcaldías y diputaciones en 2021.

Por ser secretario de Organización Electoral del CDE, sostuvo que ha recorrido el estado y cuenta con el apoyo de la militancia para el cargo.

Su interés de competir se suma al del actual dirigente estatal, Lorenzo Rivera Sosa y al del exdelegado de Sedesol, Juan Manuel Vega Rayet.

El exedil reconoció que su aspiración se vio impulsada por Pablo Angulo Briceño, presidente del Consejo Político Nacional, ya que recientemente “agrupó” a priistas de varios estados de cara al proceso de renovación.

A decir del excandidato a diputado federal por Ajalpan, para elegir al próximo presidente del CDE, sería más viable un acuerdo entre los competidores en lugar de una elección abierta a la militancia.

En su opinión, una votación generaría una “fractura” entre los militantes y el partido no está preparado para librarla.

Por lo anterior llamó a los contendientes a “sentarse” cuando la dirigencia nacional lo determine y llegar a un acuerdo para impulsar a un candidato de