La historia de “Cleo”, la protagonista de “Roma”, la reconocida película de Alfonso Cuarón, aceleró un añejo proceso de reconocimiento y valoración de las trabajadoras del hogar que habrá de reducir la histórica deuda con ellas, confió Carlos Piñeyro Nelson, docente de la Universidad Iberoamericana Puebla y autor de la tesis “Desmontando ‘como eres de la familia’, organización de trabajadoras del hogar”.

Para Piñeyro, la principal cualidad de la obra de Cuarón trasciende la apreciación cinematográfica; ya que visibiliza a las mujeres –y algunos hombres- que pasan sus días ocupándose de labores domésticas y hasta del cuidado de familias, sacrificando, incluso, su propia vida.

Y es que señala, desde el estreno de la película, Yalitza, la actriz que dio vida a “Cleo”, ha sido tema de conversación de mucha gente que está comprendiendo que a quienes encargan de las tareas de la casa no son “la muchacha” o “la chica que ayuda” dedicada enteramente a su servicio, sino una verdadera trabajadora con derechos y obligaciones.

Ese reconocimiento, agrega, es la lucha que desde hace 18 años emprendió la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar en Estados Unidos, y desde hace unos cinco el Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar en nuestro país, pero que recientemente, gracias a Cuarón y “Roma”, se ha visibilizado.

A decir de Piñeyro, el reconocimiento y valoración social es tan sólo el inicio de lo que se puede hacer por ellas, pues aún es necesario darles las mismas garantías que a cualquier otro empleado, como salario fijo, horario definido, días de descanso y vacaciones.

Y especialmente, refiere, dignificar su figura, omitiendo referencias como “trabajadoras domésticas”, pues si bien están dedicadas a las labores del hogar sus capacidades y desarrollo personal no debe estar limitado a las tareas de una casa.

Confió en que, así como “Roma” promovió la atención de las autoridades, por ejemplo, del presidente Andrés Manuel López Obrador quien se comprometió a ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que reconoce el trabajo en el sector, la gente comience a reconocerse como patrón de quienes emplean para las labores en sus casas.