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Beatriz Gutiérrez logró convencer a AMLO de tener seguridad
Aunque Andrés Manuel López Obrador se ha negado en reiteradas ocasiones a tener a su servicio a los elementos del Estado Mayor Presidencial y solo contar con un equipo de veinte personas para evitar que lo apachurren en los eventos públicos, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, no ha ocultado su preocupación por la seguridad de su marido, quien en unos días será investido como Presidente de la República.
El pasado 21 de noviembre la académica e investigadora externó su preocupación durante una entrevista a Radio Fórmula en la que señaló que “creo que aquí ya no nos pertenecemos y sobre todo el presidente electo, él tiene que pensar en que no lleva su nombre, sino una investidura, y es muy importante que el Estado mexicano le brinde esa seguridad, por supuesto que me sumo a esa petición pública de que sea cuidado adecuadamente como jefe de Estado".
De acuerdo con el mismo medio, la declaración se dio después de que, durante la ceremonia en honor a Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, en el marco del 108 aniversario de la Revolución Mexicana, una señora se acercara a López Obrador sin que nadie advirtiera su presencia, situación que prendió las alarmas y de nueva cuenta puso sobre la mesa el tema de la seguridad del presidente electo.
Después de aquel episodio y tras la insistencia de su esposa, López Obrador aceptó tener un cuerpo profesional de seguridad. Gutiérrez Müller mencionó que seguirá al pendiente del tema, por si AMLO duda en el futuro.
¡Más que de acuerdo! Seguiremos insistiendo en la protección del futuro presidente porque es la investidura, no la persona la que hay que cuidar y proteger. https://t.co/RngJyFpQeW
— Beatriz Gutiérrez Müller (@BeatrizGMuller) 27 de noviembre de 2018
Desde que ganó las elecciones, López Obrador declaró que no requeriría de los servicios de los casi dos mil elementos del Estado Mayor Presidencial y que en su lugar contaría con un equipo de “ayundantía” compuesto por diez hombres y diez mujeres que lo cuidarían de los empujones y apachurrones en los eventos públicos.
Foto: Beatriz Gutiérrez Müller