Entre 2016 y 2017 se duplicó el número de personas que buscan quedarse en México, de acuerdo con la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM).

Las estadísticas del estudio "El Estado indolente: Recuento de la violencia en las rutas migratorias y perfiles de movilidad en México", señalan que Estados Unidos mantiene el primer lugar con 55.3 por ciento de migrantes que buscan quedarse en ese país y que le sigue el territorio mexicano con 28.5.

Aunque el de México es todavía un lejano segundo lugar, los activistas que hoy presentaron el informe en la Universidad Iberoamericana de Puebla, destacaron que el dato se duplicó y debe alertar al Estado mexicano para cambiar sus políticas para atender esta población. 

"Eso es muy relevante porque implica la toma de decisiones públicas no solamente para poder atender y asistir con ayuda humanitaria a las personas que van en su tránsito hacia Estados Unidos, sino proporcionar servicios que permitan la integración de las personas que se quedan aquí en México en las distintas ciudades", dijo María Elena Hernández Lara, del Servicio Jesuita a Migrantes.

La cifra de quienes buscan quedarse en México se obtuvo de las entrevistas que la red aplicó en los 23 albergues y comedores en los que tiene presencia.

De manera específica se señaló que la búsqueda de estadía se observa mayoritariamente en el caso de los albergues que se encuentran en el centro del país, pues en los del norte el objetivo de los migrantes es cruzar la frontera.

Al respecto se detalló que en estos casos destacan quienes se respaldan en programas del gobierno mexicano para el refugio por condiciones de inseguridad en sus lugares de origen y que las trabas salen a la luz cuando los migrantes dan información contradictoria a autoridades.

"Lo van a asociar a un tema económico cuando en realidad hay una violencia de fondo", explicó sobre esta situación Gerardo Talavera Cervantes, del Programa Casa a Refugiados.

En el informe también se refirió que los principales grupos atendidos en el país son de Honduras y El Salvador; un segundo grupo es de mexicanos en tránsito; y en un tercero hay venezolanos que se encuentran en asenso e incluso africanos que se enfrentan a un choque cultural.

Aunque Puebla cuenta con albergues para atender a la población migrante, todavía no están integrados en la red y esperan que esto cambie a futuro.

Un reto más para el trabajo estadístico que iniciaron en 2013, reconocieron, consiste en mejorar la atención que se da a la población transexual que requiere un tratamiento estadístico distinto y que también está cada vez más presente en sus espacios. 

Foto / Agencia Enfoque