Más de del 90% de enfermedades visuales se concentran en países en vías de desarrollo y dentro de éstas, la catarata es una de las enfermedades visuales con mayor prevalencia.

En Latinoamérica se calcula que 2.3 millones de personas están en situación de ceguera, siendo la catarata la principal causa de esta prevalencia.

En México, este padecimiento afecta a 350 mil mexicanos y se estima que actualmente existen 4 millones de ojos esperando una cirugía de catarata, mientras que cada año se suman 140 mil nuevos casos.

La catarata es una enfermedad visual que ocurre cuando el cristalino lente transparente dentro del ojo, se opaca, lo que se traduce en una mala calidad de visión y visión borrosa. Si no se trata a tiempo puede tener como consecuencia la ceguera. La gran mayoría de las cataratas se relacionan con la progresión de la edad; comienzan a presentarse en las personas entre los 40 y 50 años.

Al ser la pérdida de visión una de las posibles consecuencias de no tratar a tiempo este padecimiento, esta condición puede convertirse en una carga para los pacientes y sus familiares. Se estima que en 2013, México tuvo una pérdida económica de 182 millones de euros por las cataratas.

Los pacientes, al perder la visión, se ven afectados económicamente, ya que su condición les impide ser productivos, debido a que pueden tener caídas y por consecuencia pueden llegar a requerir que otra persona deje de trabajar para cuidarlos, además del costo del tratamiento. En suma, todos los costos directos e indirectos que genera la enfermedad pueden ser muy altos para el paciente.

“Si bien la edad es el principal factor por el cual se desarrolla la catarata, existen factores de riesgo como traumatismos, enfermedades sistémicas; como la diabetes, o la exposición a la luz ultravioleta”, comentó Ana Beatriz Medina, presidenta del Centro Mexicano de Cirugía de Catarata, en el marco del X Congreso Internacional de Catarata 2018 el cual se lleva a cabo en la ciudad de Puebla del 31 de octubre al 2 de noviembre.

En el caso de la catarata, el único tratamiento efectivo es la cirugía, en la cual a través de un procedimiento poco invasivo se retira el cristalino opaco y se reemplaza por un lente intraocular que pueda cumplir la función del primero. Es un procedimiento seguro y efectivo que se realiza en un tiempo aproximado de 20 minutos.

Actualmente, las innovaciones en materia de salud visual han sido un factor clave en el manejo de las enfermedades oculares, los resultados en diagnóstico, intervención quirúrgica y en el tratamiento médico de las mismas, lo cual ha repercutido favorablemente en el pronóstico y tiempo de recuperación. 

“Hoy en día contamos con herramientas tecnológicamente avanzadas para el tratamiento y diagnóstico de la enfermedad que más afecta la agudeza visual de la población en el mundo, la catarata, de forma que hemos podido optimizar los resultados en recuperación expedita y visión lejana, intermedia y cercana”, comentó Eduardo Chávez, vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Oftalmología.

“El día de hoy tenemos al alcance forma de realizar cirugías de mínima invasión, recuperación rápida, con la implantación de lentes que permiten realizar casi cualquier actividad cómodamente”, agregó Chávez.

Además de la catarata existe una enfermedad visual a la cual se debe prestar especial atención al someterse a una cirugía de catarata. Se trata del Síndrome de Ojo Seco (SOS), una de las condiciones más comunes y causa frecuente de consulta oftalmológica y que suele empeorar después de someterse a una intervención quirúrgica como ésta.

El Síndrome de Ojo Seco es una enfermedad multifactorial que ocurre cuando hay una disminución de la producción de lágrimas o una mayor evaporación de la película lagrimal, que resulta en una inestabilidad de la misma y puede ocasionar un daño potencial a la superficie ocular. Se trata de una enfermedad cuyos síntomas pueden generar un impacto negativo en la vida del paciente, así como en su productividad laboral.

“Llevamos más de 10 años redefiniendo el concepto de ojo seco, hoy sabemos que es causado por inestabilidad e hiperosmolaridad de la película lagrimal, además del daño, inflamación y alteraciones neurosensoriales de la superficie ocular”, comentó Javier Gaytán, presidente del Centro Mexicano de Córnea y Cirugía Refractiva, “No es un padecimiento exclusivo de la edad, también influye el uso excesivo de equipos tecnológicos personales como teléfonos, tabletas, laptops”, agregó.

Algunas intervenciones quirúrgicas oculares relacionadas con el segmento anterior pueden causar Síndrome de Ojo Seco y agravar los síntomas del mismo, tal como lo son la cirugía refractiva y la cirugía de catarata. Además, Gaytán aseveró al respecto que “el resultado de rehabilitación de cualquier cirugía ocular son 100% dependientes de una superficie ocular estable”.

Si bien estas dos enfermedades visuales afectan a los mexicanos en diferentes niveles, es necesario que la población esté informada sobre los padecimientos, para saber cómo contrarrestar sus síntomas o poder prevenir una situación de ceguera. Durante el evento, Edgar Muñoz, Director Regional de Comunicación Alcon, mencionó: “Es importante que los diferentes actores; compañías, asociaciones, hospitales u organizaciones de la sociedad civil colaboremos para informar y concientizar sobre estos padecimientos. En México existen opciones avanzadas de tratamiento para diagnosticar o tratar estos escenarios y que además perfeccionan la práctica de los profesionales de salud visual”