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¿Qué es mejor consumir: azúcar o edulcorante (sustitutos para endulzar)?
El periódico Él País lanzó la interrogante: ¿Qué es mejor, echar azúcar o edulcorantes? Y la respuesta del medio de comunicación es que lo preferible es que ninguna, que mejor se acostumbre al paladar al sabor natural de las bebidas o comidas.
La publicación se deriva del problema generado por uso indiscriminado en el consumo de azúcar, la cual ha sido llamada como el “veneno blanco”.
El problema es que se ha habituado a las personas a los sabores dulces intensos, por lo que ha hecho una necesidad el uso de saborizantes.
“En la consulta observamos que la gente “enganchada” a los refrescos light o zero supera con creces al “enganchado” al refresco normal”, publica el medio español.
Por ello, le medio cuestiona: ¿Qué es mejor, echar azúcar o edulcorantes?
“Sobre su seguridad, no hemos visto que los edulcorantes artificiales causen daño a la salud en un consumo normal, no son cancerígenos ni provocan directamente ninguna enfermedad”, informa El País.
“Si me viera obligado a decidir si es mejor uno u otro, diría que a día de hoy, el edulcorante tiene menos riesgos que el azúcar tomado siempre en unas cantidades normales. Desafortunadamente, como siempre, hay muchos peros…”, es lo escrito por Pablo Zumaquero Jarana, autor del texto.
Aquí se puntos abordados por el autor del texto:
1. A pesar de que el edulcorante no tiene calorías, o tiene muy pocas, no significa que sea inocuo o que no afecte a nivel metabólico. En un reciente estudio que comparaba la misma dieta de adelgazamiento con agua o con refrescos edulcorados, las personas que bebían agua perdieron más peso y acabaron siendo menos resistentes a la insulina (paso previo a largo plazo para el desarrollo de diabetes tipo 2) que los que tomaban el refresco.
2. A pesar de que sabemos los daños fisiológicos causados por el abuso del azúcar añadido a los alimentos, algunos edulcorantes también han generado modificaciones en la microbiota intestinal, por lo que tampoco son inertes para el cuerpo.
3. Ambos están tremendamente extendidos, por lo que consumirlos es muy fácil. En la etiqueta podemos ver la cantidad de azúcares totales de un producto, algo que no tenemos posibilidad de conocer cuando se añaden edulcorantes, ya que legalmente no hay que decir qué cantidad del mismo se añade. Los encontramos en salsas, yogures, refrescos, comida preparada, bollerías, galletas… pero no sabemos en qué cantidad.
4. Al ser los edulcorantes más potentes en dulzor que el propio azúcar, la señal de placer que emiten es más potente, generando una recompensa cerebral que haga que se consuma más cantidad de producto. Al menos en la consulta observamos que la gente “enganchada” a los refrescos light o zero supera con creces al “enganchado” al refresco normal.
5. Es cierto que podrían ser una estrategia de paso de un consumo alto de azúcar a un consumo nulo o muy reducido de la misma, pero no una solución definitiva al problema.
6. Muchas veces observamos que mantener los mismos hábitos dulces con edulcorantes que se tenían con el azúcar, hace que en el momento que la persona tiene acceso a un producto azucarado, lo vuelve a tomar, por lo tanto sigue “enganchado” al dulce.
Al final el autor recomienda que se busquen productos sin sabor y que se le pueda agregar el edulcorante al gusto.
Foto ABC.es