Cada 17 de mayo la comunidad LGBTTI celebra a nivel mundial que en 1990 la homosexualidad fue retirada de la lista de enfermedades mentales de la Organización Mundial de Salud, por lo que las personas que tienen preferencias sexuales distintas a la heterosexual ya no tendrían por qué ser discriminadas bajo ningún motivo ni en ninguna circunstancia, lo cual sigue siendo una causa que millones de personas y de organizaciones defienden día a día.  

Sin embargo, aunque la homosexualidad poco a poco ha dejado de ser un tema tabú, en algunas frases que utilizamos cotidianamente sigue habiendo un dejo de homofobia y discriminación que refleja que, aunque no nos asumamos como personas sin fobia a la homosexualidad, sí lo somos.

Te compartimos las frases más frecuentes que se utilizan para tratar de ocultar (sin éxito) la homofobia que aún flota en nuestro vocabulario y en nuestra manera de pensar y de entender la homosexualidad.

¿Eres gay? ¡Ni se te nota!

Una de las ideas más arraigadas en el imaginario colectivo, es que las personas homosexuales cumplen con los siguientes estereotipos: todos los hombres homosexuales son afeminados y  todas las mujeres lesbianas se visten como hombres ¡NO! La homosexualidad no se trata de la caricaturización del sexo con el que cada persona de identifique, por lo que las preferencias sexuales diversas no tienen por qué ser notorias a simple vista.

¿Eres gay? ¡Tengo un amigo gay, seguro se van a caer bien!

El que otra persona tenga algo en común con otra no quiere decir que forzosamente van a empatizar y a caerse bien, tal como nos pasa con el resto de la gente que habita este planeta. Podemos tener algunas cosas en común, pero eso no es garantía de que seremos mejores amigos.

Todo bien con los gays, pero que respeten y no se demuestren su amor en público.

Por increíble que parezca, mucha gente sigue pensando que las personas homosexuales deberían guardar sus muestras de amor y cariño para los lugares “privados” como si fuera una ofensa hacerlo frente a otras personas, sobre todo demostraciones que en personas heterosexuales sí están bien vistas, como tomarse de la mano y besarse en público.

Está bien que se casen, pero que quieran adoptar niños, eso no.

Limitar los derechos de las personas con preferencias sexuales distintas a las nuestras no nos hace mejores personas, es más, nos hace ver soberbios y con inmerecida capacidad autoasignada de decidir sobre las vidas de otros.

Yo los respeto, peeeero…

Si tu frase previa a cualquier argumento que tenga que ver con la homosexualidad, bisexualidad o la transexualidad tiene un “pero” con el que quieres dejar claro que no eres homofóbico, probablemente sí eres homofóbico.

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